Las obras del Cervantes, «sin novedades» medio año después de su paralización

Hace justo un año comenzaron las labores de desescombro correspondientes a la primera fase de la obra en el teatro Cervantes. Los trabajos avanzaron sin percances significativos hasta diciembre, cuando la aparición de roca a menor cota de lo previsto requirió la modificación del proyecto. Su tramitación definitiva se está haciendo de rogar, hasta el punto de que la demora ya supera el umbral del medio año.

Las últimas noticias que se tienen sobre este procedimiento es que el Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) tuvo a su disposición el documento en cuestión a mediados de marzo. La Subdelegación del Gobierno preguntó a este organismo por el avance de este trámite y, al cierre de esta edición, no había recibido respuesta: «No nos ha contestado aún», refirió. Por tanto, «no hay novedades, de momento», enunció.

La reiterada voluntad de la subdelegada Lirio Martín por retomar las obras «lo antes posible» sigue sin cumplirse, sobre todo cuando en enero vaticinó que no se esperaba un parón «excesivamente largo». Era una predicción contraria a la enunciada a finales de diciembre por el expresidente de la Asociación Provincial de Industrias de la Construcción de Segovia (APIC), Javier Carretero, al considerar que los trabajos no lograrían reactivarse en 2023. Una estimación compartida por el PP, que elevaba los retrasos para la finalización del edificio a 12 o 14 meses.

Martín admitió en marzo que no era posible fijar el reinicio de las obras del Cervantes. Además de resolver el imprevisto del hallazgo de roca a menor profundidad que la que el proyecto definía, el nuevo documento también tendrá que abordar los problemas de vibraciones que se producían al picar el material sobre el que se asienta la muralla. Esto se debe a que los comercios colindantes, sobre todo de la calle Real, emitieron quejas que instaban a buscar una alternativa de excavación para la cimentación.

Pese a la paralización de las labores de rehabilitación del teatro, la controversia ha permanecido en los últimos meses por presuntos daños colaterales. Es el caso del derrumbe de un falso techo en la Casa de los Picos que se atribuye a las vibraciones generadas en la zona y lo mismo sucede con el empeoramiento de las humedades por filtraciones en el Centro de Recepción de Visitantes (CRV).

La resolución de este último problema se mantiene a la espera y, por tanto, dependiente de la finalización de las obras del teatro Cervantes, según el Ayuntamiento de la capital, a lo que también se suma la intervención para la remodelación de la calle San Agustín.