Los vecinos de Martín Muñoz de la Dehesa se vuelcan en limpiar la huella del fuego

Todo sucedió en la tarde de este martes. El humo procedente del templo delataba la destrucción de las llamas que habían prendido en el interior. La Guardia Civil investiga el origen del fuego. «Van a ver si fue por un cortocircuito o por una vela...», baraja David Gutiérrez. El alcalde y algunos vecinos de inmediato se movilizaron para sofocar el incendio mientras llegaban los servicios de extinción. En 2020, el Ayuntamiento de Martín Muñoz de la Dehesa adquirió un equipo con el que ya ha tenido que emplearse a fondo en varias ocasiones.

La tragedia podría haber sido peor, apunta algunos vecinos, de no haber intervenido con la celeridad que se hizo en el pueblo. Empleados municipales y residentes se afanaron en atajar el avance de las llamas. Gutiérrez enumera los daños, que son cuantiosos y sobre todo de una enorme relevancia sentimental y patrimonial para los martimuñocenses. «Nunca olvidaremos en varias generaciones este día, que quedará en el recuerdo por perder objetos religiosos, documentos antiguos, tallas del siglo XVI al XVII y mobiliario bastante antiguo», se lamentaba el Ayuntamiento horas después de haberse controlado el fuego devastador.

En incendio ha arrasado cinco imágenes de santos realizadas en madera policromada que el Consistorio ni siquiera puede nombrar porque estaba inmerso en plena investigación para datar su origen. También ha destruido una talla antigua de un San Isidro Labrador. Arrasó lo que encontró a su paso hasta que lo controlaron. También se han perdido «documentos que había guardados en un archivo histórico en el que se recogían partidas de bautismo», así como «mantillas con las que se cubren las Vírgenes y vestidos». El mobiliario de la sacristía ha quedado prácticamente destruido, añade el alcalde.

Es parte de la historia y del patrimonio de Martín Muñoz de la Dehesa lo que se ha quemado en apenas unas horas. Gutiérrez comenta que los Bomberos de Medina del Campo, movilizados por el convenio con la Diputación de Valladolid tardaron unos 40 minutos en llegar a la iglesia. Los procedentes del parque de la capital segoviana lo hicieron 20 minutos más tarde. Son los tiempos que hay por la ubicación geográfica de la localidad, en la campiña y que aguarda que se resuelvan pronto los problemas que parecen estancar la construcción de un parque de extinción de incendios en Arévalo, en la provincia de Ávila, con el que se acortarían los tiempos de respuesta.

Menos de 24 horas después del fuego, los vecinos se vuelcan en las tareas de adecentar las instalaciones quemadas. En la tarde de este miércoles, muchos martimuñocenses provistos de todo un arsenal de artículos para la limpieza se afanaban en borrar en lo posible el rastro dejado por el humo y las llamas. El patrimonio y los enseres dañados ya habían sido recogidos y apartados para evaluar los efectos del fuego. El sábado que viene está prevista la celebración de una boda y confían en que, salvo el espacio que ardió, la iglesia luzca para bendecir la ceremonia.

El alcalde agradece a todos los medios desplazados, tanto bomberos como Guardia Civil, su esfuerzo y trabajo para sofocar definitivamente el fuego, ya entrada la madrugada en Martín Muñoz de la Dehesa; pero critica que sucesos como el acaecido en la iglesia del municipio deja en evidencia que «hacen falta parques de bomberos provinciales más cercanos a los municipios», frente a la medida impulsada por la Diputación de Segovia. En el caso de esta localidad, de unos 245 habitantes, Coca, Santa María la Real de Nieva o Cuéllar podrían ser localizaciones adecuadas.