Una nueva avenida del Eresma vuelve a poner en alerta a varios municipios segovianos

Una vez más, y ya van tres en menos de dos meses, el río Eresma ha vuelto a poner en alerta a los segovianos ante el incremento de su caudal. El deshielo en el Sistema Central, las lluvias caídas durante las últimas horas y un Pontón Alto a rebosar que ya se encontraba a gran capacidad durante las últimas semanas han sido los condicionantes que han llevado al principal río de la provincia a aumentar sus niveles de alerta.

A última hora del domingo, el Eresma estaba en alarma a su paso por Segovia capital una vez su nivel comenzase a crecer desde la mañana hasta alcanzar los 3,17 metros en el medidor, tan solo un centímetro menos que el pasado miércoles, cuando el agua del río volvió a anegar caminos y a entrar en la Casa de la Moneda, aunque en menos cantidad que a principios de diciembre. También el caudal del Eresma alcanzó en el mismo punto niveles similares a los del miércoles, con hasta 47,25 metros cúbicos por segundo. No obstante, a partir de las seis de la tarde comenzó a bajar una vez las lluvias dieron una tregua. La misma curva se dibuja a la salida del Pontón Alto, embalse que se encuentra al cien por cien de capacidad. Ya en Coca, el caudal también subió, aunque no tanto como en la capital.

Pero el Eresma no fue el único río que generó problemas o inquietud en la provincia. El Riaza también estaba en alerta a su paso por la localidad del mismo nombre, mientras que el Cega anegó la parte inicial de la Senda de los Pescadores en Cuéllar, motivo por el cual el Ayuntamiento de la villa desaconsejó pasar por la zona. «Hay como unos 100 metros de senda que han desaparecido», señala el concejal de Medio Ambiente, Tomás Marcos.