El nombre de Dionisio Duque entra en el callejero de Segovia
La alcaldesa y la familia presiden el descubrimiento de la placa que denomina la glorieta dedicada al mesonero
El mandato de pleno es del 22 de febrero de 2016 y fue aprobado por unanimidad, pero este miércoles fue real, una realidad física, con el descubrimiento de las dos placas que dan su nombre a la glorieta que la ciudad dedica al empresario hostelero Dionisio Duque. Situada en un punto neurálgico de la ciudad, como indicó la alcaldesa Clara Luquero, la rotonda que enlaza la avenida Padre Claret con las calles Soldado Español y San Gabriel tiene ya para siempre la denominación del maestro asador para que perdure en la memoria de los segovianos, como establece el reglamento municipal de honores y distinciones.
El acto oficial para descubrir las dos placas fue un homenaje más de Segovia a quien «consolidó uno de los restaurantes más importantes de España» y difundió el nombre de la ciudad por el mundo, destacó la alcaldesa. Dionisio Duque representó a la tercera generación de hosteleros y nació en 1925 «en una de las dependencias del restaurante que fundó su abuelo en el año 1895», recalcó Luquero, quien citó entre otras virtudes suyas que «supo conjugar desde sus inicios el cuidado por la tradición y la constante innovación», que «conservó la esencia del mesón que recibió de su padre» y que fue «un hombre enamorado de su trabajo, que trataba a cada uno de sus clientes como si fuera el primero».
Su «trato afable y cercano» marcaban la diferencia y, aparte de su labor profesional con la que «siempre iba dos pasos por delante» y como creador de «iniciativas turísticas para promocionar nuestra gastronomía y el turismo», probablemente fuera tenido en cuenta para que le reconocieran con la Medalla del Trabajo de plata, la Medalla de Plata al Mérito Turístico y la Medalla de Oro del Mérito Profesional Hostelero.
Sus dos hijos, María Luisa y Julián, sus nietos, un nutrido grupo de empleados del mesón, el presidente de la Diputación Provincial, Francisco Vázquez, varios concejales, hosteleros como José María Ruiz y Cándido López, amigos y representantes de entidades como la Asociación de Amigos de la Buena Mesa, la red Saborea España y Saborea Segovia, el Centro de Atención a la Diversidad Educativa, de la asociación Maestres de Cocina de Castilla y León, de la CChaîne des Rôtisseurs y de la Fundación Educación Activa asistieron al homenaje municipal, que después continuó en el mesón de la calle Cervantes, donde reside también la Fundación Dionisio Duque que preside Marisa.
En la glorieta, fue ella quien pronunció en nombre de la familia unas palabras de agradecimiento y de recuerdo a su padre, fallecido en 1997, orgullosa de que su nombre esté incluido en el callejero de la ciudad «que él tanto amó y que llevaba por bandera a cualquier sitio donde iba».
Dionisio Duque impulsó a la ciudad de Segovia «como un destino obligado para ciudadanos de todo el mundo, contribuyendo con su buen hacer a la proyección y el desarrollo económico, patrimonial y cultural de la provincia», indicó su hija Marisa. Su legado además, está asegurado con sus nietos, la quinta generación de la familia de hosteleros: «Para mí es una satisfacción que en vosotros continúe esta preciosa historia que empezó hace 123 años en nuestra querida Casa Duque», concluyó.