«El mayor problema va a ser la desconexión de los jueces con la tramitación y resolución»

Con el modelo tradicional que va a dejar de estar vigente a finales de este mismo año, los jueces o magistrados titulares de cada juzgado abarcaban los tres desempeños: la tramitación, la resolución y la ejecución, un modo de trabajar que se acaba con la llegada del Tribunal de Instancia y la distribución de atribuciones en tres servicios comunes.

El magistrado añade que en las reformas estructurales que se han emprendido con la instauración, primero, de la Oficina Judicial, hace un año y medio, y con la conversión en Tribunales de Instancia únicos de los Juzgados de Primera Instancia e Instrucción de los partidos judiciales del medio rural provincial -Cuéllar, Santa María la Real de Nieva y Sepúlveda- «quedan pendientes por dictaminar los protocolos de actuación» de esta novedosa organización. En particular, en lo que respecta a la circunscripción de la capital, en la que desaparecerán los órganos judiciales actuales y las Unidades Procesales de Apoyo que se crearon con la puesta en funcionamiento de la Oficina Judicial.

Asimismo, recuerda que esta estructura hacia la que tiende la Administración de Justicia en Segovia, tiene entre las asignaturas pendientes la elección de la persona que ocupará la presidencia del Tribunal de Instancia, que será el equivalente al actual decanato, pero «con más competencias, sobre todo en materia de coordinación, organización del trabajo y labores de instrucción de inspección».

Martínez Puras ahonda en la crítica sobre la excesiva burocratización en la que está cayendo el sistema que ya dejó patente su predecesor en el cargo al frente de la Audiencia Provincial, Ignacio Pando, poco antes de su cese al haber cumplido el periodo máximo establecido de ejercicio en este puesto. En esta línea, deja entrever lo «inasumible» de la «sobrecarga de trabajo» que llega y asume la Administración de Justicia en Segovia». Un exceso que «se trata de paliar con reformas legales, cuando lo apremiante es dotarla de muchos más medios personales y materiales para que no colapse».

En su discurso en la ceremonia de la toma de posesión, el presidente segoviano (de cuna vallisoletana) conminó a «no mantenernos en la queja constante, que solo nos conduce al desánimo, frente a la vorágine legislativa, a veces inocua [en referencia velada a la nueva ley de eficiencia], y ante un horizonte plagado de incertidumbres [por la instauración del Tribunal de Instancia]».