Borrar
Las noticias más leídas este martes, 16 de abril
Entrega de firmas en el registro de la Delegación de la Junta. A. T.
Marugán gana una batalla a la procesionaria

Marugán gana una batalla a la procesionaria

El alcalde afirma que la última fumigación terrestre, costeada por el Ayuntamiento y residentes en la urbanización, ha funcionado

Ana Nuin

Segovia

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Viernes, 4 de enero 2019, 14:27

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Todos los intentos de erradicar la placa de oruga procesionaria habían resultado infructuosos hasta la fecha, pero el alcalde de Marugán, Francisco Roque, se muestra satisfecho por el resultado de la última fumigación terrestre, «que de momento ha ido fenomenal», aunque se ha establecido un calendario se seguimiento y habrá que realizar labores de mantenimiento. La presencia de este lepidóptero, que avanza en una fila india muy característica, ha supuesto un grave quebradero de cabeza para esta población, que además del casco antiguo cuenta con una urbanización de 630 hectáreas de extensión, que comenzó a levantarse en los años ochenta del siglo pasado y en la que hay construidos más de 1.200 chalés. El complejo se ubica en un pinar que se encontraba muy afectado por esta plaga. El censo activo diario es de más 600 habitantes, aunque cada fin de semana esa población se dispara a más de mil personas, y en verano la cifra de residentes puede rebasar los 5.000.

Los vecinos de Marugán conocen al dedillo cada una de las fases de la vida de la oruga, también han experimentado sus riesgos y se han convertido en unos expertos en la lucha contra este insecto que lleva conviviendo con ellos desde hace ocho años y que constituye la plaga más frecuente e importante en los pinares mediterráneos y del sur de Europa.

El alcalde de Marugán, Francisco Roque Barroso, ha lanzado en los últimos años varios SOS para pedir la fumigación aérea de los terrenos sobre los que actúa la procesionaria, pero la petición fue rechazada. Tanto la Junta de Castilla y León como la Subdelegación del Gobierno en Segovia respondieron desfavorablemente al escrito remitido en mayo de 2017 por el regidor, en que adjuntaba, además, los apoyos recabados en favor de su reivindicación. Las 913 firmas recogidas, sobre todo entre los vecinos, escenificaban la preocupación existente, aunque cayeron en saco roto. Hasta el año 2012, Marugán había conseguido tener controlada la situación gracias a la fumigación por vía aérea. Sin embargo, la entrada en vigor de una nueva legislación hizo que este sistema de combatir la amenaza que representan estos insectos quedara prohibido.

Petición denegada

El rechazo de las dos administraciones (la regional y la central) llevó al Ayuntamiento a volver a intentar una fumigación por vía terrestre, contratada con una empresa gallega. El coste ha rondado los 17.000 euros, cofinanciados por el Ayuntamiento y propietarios de la urbanización, y las dos inspecciones de seguimiento llevadas a cabo revelan que la invasión ha remitido. La procesionaria del pino –denominada así porque se desplaza en fila de un árbol a otro– resulta una intensa molestia para las personas que las tocan, además de un grave riesgo para los animales que tratan de comérselas y de una plaga que arrasa con los árboles que invaden.

En la última temporada, dos personas tuvieron que ser hospitalizadas y decenas acudieron a urgencias por las reacciones alérgicas ocasionadas, entre ellos algunos niños. Además, varios animales, sobre todo perros, falleciron a causa del contacto con los pelos tóxicos y urticantes de la oruga. Este insecto mide entre 4 y 6 centímetros en su fase de oruga, tiene la cabeza y la piel de color negro, mientras que los costados son de un tono grisáceo.

Los pelos urticantes son su mecanismo de defensa y causan reacciones alérgicas que se manifiestan en forma de sarpullidos o erupciones en la piel, y también pueden ocasionar irritaciones en los ojos y, en ocasiones, problemas respiratorios. Un problema más grave supone para las mascotas la procesionaria cuando se acercan a ella para olerla o morderla, ya que los pelos les originan una intoxicación que puede terminar provocando la muerte por envenenamiento del animal.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios