Lastras de Cuéllar vuelve a tener agua potable en los grifos, pero desconfía de la analítica

Así, el Ayuntamiento se ha anunciado la cancelación del reparto de agua potable embotellada que se realiza todos los lunes a los vecinos del municipio, propiciándoles seis botellas de 1,5 litros por persona. Un suministro insuficiente, como lamentaban los residentes, pues no se trata solo del agua que beben, sino que necesitan utilizar el líquido embotellado también para cocinar, lavar fruta o lavarse los dientes.

El alcalde de la localidad, Andrés García, confirma que la última analítica se encontraba por debajo de los parámetros marcados como agua no potable en lo respectivo a los nitratos, por lo que tanto Sanidad como la Junta de Castilla y León han dado por cerrada la incidencia, teniendo en cuenta que el agua vuelve a ser potable.

Sin embargo, García señala que es una cuestión temporal, «que aparece y desaparece», puesto que esto mismo ha ocurrido en años anteriores, cuando a finales de julio los niveles de nitratos descienden debido a las lluvias primaverales, entre otras cuestiones, pero «como esto no es una solución final, es posible que pronto estemos como siempre», intuye el regidor a partir de la experiencia.

De hecho, añade que es posible que en la siguiente analítica, programada para finales de agosto, los niveles hayan cambiado y la situación para los vecinos vuelva a ser la misma, pero «salvamos el mes de agosto, si es posible». Y es que, tal y como ha ocurrido otros años, los niveles de nitratos vuelven a subir y en septiembre los vecinos ya no podrán beber agua de su grifo.

García también manifiesta que los vecinos están cansados de la situación y que incluso no terminan de creer en los resultados, por lo que piden que se realice un contraanálisis, una cuestión que el propio alcalde consultó con el laboratorio de Prodestur, donde se realizan estas evaluaciones, y allí le comunicaron que se suele realizar al contrario, es decir, cuando por los distintos niveles, el agua no es potable. En ese caso se contrasta para confirmar los datos, pero en el caso del agua potable no se suele hacer.

Es por ello, que el regidor se plantea incluso solicitar otro análisis a un laboratorio privado con el fin de que conseguir la tranquilidad de los vecinos y que estos puedan utilizar el agua de sus grifos como lo hacen en otras localidades, sin miedo. Con ello se conseguiría «dar confianza a los vecinos y que vean que los resultados son reales».

También apuntó que entre los vecinos existe incredulidad y dudas, teniendo en cuenta que hace pocas semanas que ha nacido la plataforma 'Lastras Potable Ya', y desde ese momento han estado moviéndose y reivindicando dicho servicio baásico y en tan poco tiempo «se ha solucionado». García reiteró que no es una solución definitiva, sino algo transitorio.

Plataforma

Por su parte, el colectivo ciudadano asegura que el bando municipal no cambia nada. Esgrimen que el año pasado, también en estas fechas, ocurrió lo mismo, y en septiembre el agua volvió a no ser potable, por lo que continuarán con las acciones que vienen programando y con sus concentraciones todos los lunes por la tarde en la plaza del pueblo, porque «Lastras necesita su agua los doce meses, no solo uno».

Mercedes Rodríguez, miembro de la plataforma, recuerda lo que ocurre cada verano. «Con las lluvias de la primavera y al no utilizar el suministro del pueblo, sube el nivel del caudal del pozo de donde se toma, se diluye la cantidad de arsénico o nitratos y se consigue agua potable». Pero este es solo el inicio del problema, porque llega agosto y la población en Lastras aumenta con los veraneantes. Además, los vecinos comienzan a usar el agua con normalidad «y ese nivel de agua va a volver a bajar, y en septiembre, baja tanto el caudal que se vuelve a contaminar y volvemos a estar otro año sin agua».

Reitera que la solución no es esta, sino que es una cuestión puntual. Al igual que el alcalde, Rodríguez señala las dudas de los vecinos, que se preguntan «cómo sabemos que el agua no está realmente contaminada», mientras que otros apuntan a la 'casualidad' de que el agua sea potable tan sólo unos días después de que la plataforma haya comenzado a moverse y manifestarse.

«Yo no dudo que el análisis sea correcto, pero tampoco dudo de que en septiembre volvemos a estar sin agua», concluye Rodríguez, señalando que por ello la plataforma no va a dejar de luchar. Lo harían si fuera definitivo, pero «todo el mundo sabe que no lo es. El acuífero jamás va a recuperar los valores que ha tenido, ya no va a poder dar esa agua que el pueblo necesita».

Por ello, el colectivo ciudadano «no va a parar hasta que no se consiga traer el agua; aunque tengamos seis meses seguidos agua potable, sabemos que es un parche». Y es que este grupo dicen que la solución es llevar agua hasta Lastras desde el paraje de Las Fuentes, situado a unos kilómetros de la localidad, en el término de Aguilafuente, una obra que tendría un coste aproximado de 350.000 euros, al que el Ayuntamiento no puede hacer frente en solitario, por lo que reclaman la ayuda de las administraciones provincial y regional.