Segovia

Las inspecciones de piscinas se saldan con 93 infracciones y ninguna sanción

Tres marcos regulan el nivel de calidad de las aguas en estos recintos: uno, el Real Decreto 742/2013, de 27 de septiembre, por el que se establecen los criterios técnicos sanitarios; el segundo el Decreto 177/1992, de 22 de octubre, por el que se aprueba la normativa higiénico-sanitaria, y una tercera norma, la 36/1996, de 22 de febrero, en la que se establece la ampliación de los plazos para adaptarse al decreto anterior.

La provincia encabeza en Castilla y León la dotación de piscinas por habitante. Ninguna de las vecinas de la comunidad posee tanta oferta si se suman las descubiertas y las climatizadas. Es lo que cuentan los datos recogidos por la Junta y que corresponden a la última campaña completa, a la 2023. Esta de 2024 tendrá que esperar a que se cierre la temporada, pero todos los indicios conducen a que Segovia repetirá este singular liderazgo en territorios de interior.

Si se toma como referencia el conjunto autonómico, el citado censo de piscinas revela la existencia de una por cada 2.255 residentes. En la provincia, la ratio es más holgada porque a cada una le tocan casi la mitad de habitantes, lo que da una idea de la expansión e implantación que han adquirido en los últimos tiempos. Esa distribución que compara equipamientos y población arroja la disponibilidad media de una piscina por cada 1.243 personas, según se extrae del informe sobre la calidad de las aguas de uso recreativo recreativo elaborado por la Consejería de Sanidad.

Así pues, no es sencillo por parte de la Administración competente abarcar todos los estanques debido a la cantidad y a la dispersión geográfica. Pese a ello, el Servicio Territorial de Sanidad se esfuerza para llegar a todo y supervisar la calidad de las aguas para que los chapuzones sean seguros. El informe que cada año resume la actividad supervisora de los lugares empleados para los baños recreativos en la comunidad pone de manifiesto las dificultades que entraña la cobertura de tantos recintos. Si Segovia ofrece la proporción de piscinas por habitantes más alta de Castilla y León, también acusa la ratio más baja de controles de cloro por vaso, junto a Ávila y Salamanca.

Dicho estudio, con datos del ejercicio completo de 2023, ratifica que las tres se encuentran por debajo de cinco. En el extremo opuesto se sitúa Soria, donde la menor oferta de piscinas facilita el ejercicio de las inspecciones. En esta provincia, cada estanque recibe una media de más de trece controles.

La Dirección General de Salud Pública y Seguridad Alimentaria de la Junta, dependiente de la Consejería de Sanidad, es la encargada de coordinar estas actuaciones de vigilancia. El año pasado, el personal del servicio territorial efectuó en la provincia 708 inspecciones, que se saldaron con la detección de 93 infracciones relacionadas con el incumplimiento de los niveles de desinfección del agua estipulados por norma, lo que equivale a a decir que el 13% de las supervisiones ejercidas revelaron una irregularidad.

Las irregularidades relativas al desinfectante que se vierte en los estanques de las piscinas para su uso y disfrute constituyen la problemática mayor y más habitual con las que se encuentran en las comprobaciones periódicas que llevan a cabo. En concreto, esas irregularidades descubiertas durante el curso pasado en la provincia segoviana se reparten casi al 50% entre los 46 casos en los que se confirmó que había exceso y los 47 que arrojaron un defecto ya que el nivel de desinfectante disuelto en el agua era insuficiente.

No queda ahí la prolija vigilancia sobre las piscinas que desarrolla la Administración regional en la provincia. A estas inspecciones y a los controles del cloro hay que sumar los dirigidos a medir el ph de las aguas en la diana de los técnicos, que en 2023 hicieron 509 comprobaciones de estas características; las mismas que realizaron sobre el grado de turbidez. Las piscinas segovianas también fueron objeto de 89 controles para determinar si la temperatura del aire era la adecuada; otros 92 para certificar si el porcentaje de humedad relativa es el pertinente en consonancia con el marco regulador de las condiciones que ha de cumplir el agua o si los parámetros de CO2 interior son los debidos.

Junto a Ávila, Segovia es la única provincia de la comunidad autónoma que cerró el ejercicio anterior sin la apertura de un expediente de sanción y, por lo tanto, sin la aplicación de ninguna multa. El informe de la calidad de las aguas de uso recreativo de 2023 pone de manifiesto que, tras las inspecciones y controles llevados a cabo, hubo 74 incumplimientos que se corregieron de inmediato, mientras que otros 56 fueron rectificados dentro del plazo previsto por la norma.

Los métodos y técnicas sobre los que la Junta de Castilla y León cimenta las actuaciones permanentes de la autoridad competente para acreditar el cumplimiento de la legislación en el ámbito de la seguridad alimentaria y sanidad ambiental con los propios controles que efectúa, la vigilancia como prevención, la verificación, el muestreo, los análisis, la auditoría y la inspección, según reza el informe sobre la calidad de las aguas de uso recreativo.

Según el Real Decreto 742/2013, las visitas correspondientes a las comprobaciones iniciales de que las piscinas cumplen los requisitos legales se hacen en el comienzo de la actividad y después de paradas temporales superiores a quince días. De esta manera, los técnicos pueden valorar si la instalación es apta para su utilización. Además, a lo largo del año, el servicio territorial efectúa lo que se denomina «una vigilancia de verificación» a través de la cual se examina el correcto funcionamiento de las piscinas. En los recintos cubiertos, esta labor se hace durante todo el año, mientras que en las piscinas al aire libre se concentra en la temporada de baño.

La supervisión sanitaria de estos espacios se lleva a cabo en seguimiento de la instrucción dictada por la Dirección General de Salud Pública, cuyos objetivos prioritarios son «la calidad higiénico-sanitaria del agua y la seguridad de los usuarios», especifica el informe anual. Cada visita de vigilancia sanitaria se refleja en un acta para tener fe documental de ella.