El acusado presta declaración ante los magistrados de la Audiencia Provincial. Antonio de Torre

Segovia

Una indisposición del acusado obliga a aplazar el juicio por la presunta violación en Ayllón

El proceso judicial quedó interrumpido tras la intervención de los servicios sanitarios cuando solo faltaba la validación de las conclusiones finales

Viernes, 12 de septiembre 2025, 08:23

El curso judicial en la Audiencia Provincial de Segovia ha tenido un inicio accidentado. La indisposición que ha sufrido un acusado durante un receso en ... la vista oral celebrada este jueves ha obligado a suspender el procedimiento, que juzga un presunto delito continuado de violación, otro de lesiones y un tercero de vejaciones hacia su expareja sentimental. La Sala había escuchado ya las declaraciones de las partes implicadas y de los testigos, se habían recopilado las pruebas correspondientes y tan solo faltaba por validar el escrito de conclusiones definitivas de la defensa para poder dictar la resolución final.

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El procedimiento, que ha tenido que ser aplazado por la indisposición que ha sufrido el acusado durante el desarrollo del juicio en la Audiencia Provincial, hace referencia a unos hechos ocurridos en 2022. En octubre de aquel año, una mujer, de nacionalidad colombiana, denunció a su pareja sentimental, un varón de nacionalidad española, por supuestos episodios de violencia física y sexual. Ambos se conocieron a través de redes sociales y, tan solo unas semanas después, empezaron a vivir juntos en Ayllón, municipio de la provincia de Segovia. Según explicó la denunciante, el encausado la sometía a tratos vejatorios, la golpeaba y la obligaba a mantener relaciones sexuales sin consentimiento, hasta el punto de que un día tuvo que solicitar auxilio de sus vecinos, acudir al centro de salud y denunciar a la que en ese momento era su pareja.

La acusación solicita 23 años de prisión para el procesado, mientras que la defensa pide la libre absolución

La mujer ratificó su declaración inicial ante la Sala el lunes, cuando narró que fue agredida sexualmente en repetidas ocasiones y obligada a realizar actos que rechazaba, que incluían el uso de fuerza física, insultos y objetos sexuales. Es por ello que la Fiscalía elevó a definitivas sus conclusiones provisionales, en las que solicitaba 20 años de prisión por los delitos de violación continuada, lesiones y vejaciones; la prohibición de acercarse a la víctima durante una década y una indemnización de 60.500 euros por daños físicos y morales. Por su parte, la acusación pidió 23 años de cárcel para el procesado, sanciones económicas y medidas de alojamiento.

En la última fase del proceso judicial, el encausado defendió su inocencia. «Llevo tres años intentando entender todo esto», afirmó durante la vista oral. El hombre decidió contestar únicamente a preguntas de su abogado e hizo un repaso por los hechos vividos desde el momento en que conoció a la denunciante y mantuvieron el primer encuentro sexual hasta que fue denunciado y abandonó la vivienda común. En este sentido, la defensa exigió la libre absolución de su cliente.

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«Ella era la que tomaba la iniciativa», subrayó el acusado en referencia a las prácticas sexuales, las cuales remarcó que en todo momento fueron «consentidas», incluida la del 26 de octubre, cuando se activó el protocolo de violencia de género y se produjo la detención del encausado. Aunque ese mismo día fue puesto en libertad, la presentación de una denuncia el día 29 llevó al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Sepúlveda a dictar prisión provisional comunicada y sin fianza para el hombre por «riesgo de fuga». La medida fue rectificada tres meses después, cuando se decretó su libertad provisional, a la espera de juicio.

Discordancias

La declaración del hombre contradice la narración de la víctima en varias partes. Por ejemplo, aseguró que era ella «quien me ha agredido varias veces, y con amenazas fuertes». «Yo nunca la pegué ni la insulté», matizó el procesado. La defensa ha insistido en varios episodios vividos por su representado. En primer lugar, hace referencia a que la víctima comunicó en varias ocasiones que podía estar embarazada, aun cuando se había sometido a un procedimiento de esterilización. También hizo hincapié en que la mujer le había reclamado cantidades de dinero para enviar a su hija, que residía en su país de origen, alegando que estaba enferma.

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La reclamante manifestó en su relato que el hombre la obligaba a beber alcohol, según expuso la defensa. «Yo fui el que dijo que o dejaba de beber estando conmigo o terminaba la relación», afirmó el acusado. La fecha del último encuentro sexual fue el 26 de octube. En un principio, los hechos habían ocurrido entre las 20:00 y 22:00 horas, si bien la Fiscalía rectificó este dato tras escuchar el relato del procesado para considerar una «hora indeterminada», lo que llevó a la defensa a solicitar la suspensión del juicio para realizar una nueva prueba.

La petición fue rechazada por la Sala, ante lo que el abogado protestó y presentó un nuevo escrito de conclusiones, lo que motivó un receso para la toma de conocimiento de estas modificaciones por parte de los magistrados. Fue en este momento cuando el acusado empezó a sentirse mareado y tuvo que ser atendido por personal sanitario de Sacyl, que ordenó su traslado al Complejo Asistencial de Segovia. El juicio tuvo que ser suspendido y ya ha sido señalado para el próximo 29 de septiembre.

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