El Hospital de Segovia rebaja un 10% en un mes las más de 1.300 consultas pendientes por el virus

En el complejo asistencial de Segovia, los datos facilitados a principios de esta semana por la Gerencia de Asistencia Sanitaria indican que hay 1.215 citaciones pendientes correspondientes a primeras visitas del pacientes con el especialista, que copan casi el 90% de la actividad que se produce en las consultas externas hospitalarias. «Cada servicio ha tenido diferente volumen de atención presencial o telefónica, su particular casuística y circunstancias. Son los propios médicos los que han ido fijando prioridades y formas y tiempos para recuperar la actividad», explican fuentes de Sacyl.

Al ritmo que se marca cada especialidad, el complejo segoviano se afana en compatibilizar la precaución ante la covid con la recuperación de la atención sanitaria. En poco menos de un mes la bolsa de consultas externas pendientes ha menguado un 10%, pasando de 1.336 que había el 26 de mayo a las citadas 1.215 de esta semana.

Por otra parte, el aumento de la demora para las primeras citaciones da fe del impacto de la pandemia en la dinámica asistencial y de los esfuerzos en volcar los recursos durante dos meses largos en la contención del coronavirus. Cuando se decretó el estado de alarma, y ante el apogeo de contagios, la gerencia segoviana suspendió las consultas externas y las operaciones quirúrgicas en el complejo hospitalario. Se anularon citaciones, pruebas y los quirófanos quedaron al servicio del combate que se libraba contra la pandemia, salvo para las intervenciones inaplazables por riesgo vital.

Esa suspensión de la actividad hasta mediados de mayo explica la aparente disminución de la lista de espera en las consultas externas con respecto al cierre del año pasado. El centro sanitario de referencia en la provincia acabó 2019 con 6.599 primeras visitas al especialista en cartera y un tardanza media para acceder a cita de 43 días. Ahora, esa demora, con una quinta parte de consultas pendientes, ha subido a 49 jornadas.

Desde que comenzara la vuelta a la normalidad, son numerosos los pacientes que cuando les ha llegado la fecha de su cita y ante la duda y ninguna información de anulación o verificación se han visto confusos y han acudido puntualmente, eso sí con mascarilla, a su encuentro con el médico. Algunos servicios en Castilla y León aseguran que se han visto desbordados al acumularse los pacientes pendientes y ya citados hace meses con los nuevos, lo que ha creado dificultades para la asistencia y organización e, incluso, para mantener las adecuadas distancias.

«No se les ha comunicado que deben esperar, ponerse en contacto con los hospitales para ver si se mantiene la cita o se les cambia a nueva fecha. Y no se les quiere comunicar por escrito para no comprometerse, para evitar futuros problemas de reclamaciones», explican responsables médicos.

La Administración sanitaria indica que «se están revisando las citaciones, porque algunas están resueltas ya telefónicamente y no precisan acudir al especialista y otras requieren un encuentro presencial; pero si un usuario tiene cita señalada antes de la pandemia, sigue en vigor y debe acudir salvo que su hospital le comunique un retraso o anulación; pero claro, la casuística es muy grande y puede haber habido casos en los que haya fallado la comunicación».

«El ritmo de regreso a la normalidad es muy variable según los servicios; el tiempo y composición de las agendas ha cambiado porque ahora tienen que incluir las consultas telefónicas y aumentar el tiempo entre cada cita presencial para evitar acumulaciones en las salas de espera y también, en general, se están prolongando entre la primera consulta y las sucesivas», apunta la consejería.

También hay más capacidad de resolución desde Atención Primaria porque es el propio médico puede consultar con el especialista o acordar ciertas pruebas sin necesidad de que el enfermo acuda al hospital. Se evita mucho trasiego, el paciente ya llega con las pruebas hechas», explican desde Sacyl.

Durante la pandemia, las consultas externas presenciales bajaron un 18% en la región y otro 28% las primeras citas. A cambio, se dispararon las telemáticas. La telemedicina ha resuelto un 573% más que hace un año. En cuanto a las pruebas diagnósticas han bajado en más de 75.000 cada mes de pandemia en el conjunto de la comunidad. Las ecografías sufren el mayor descenso, del 47%; les siguen las resonancias magnéticas, con el 39%; las mamografías, con el 34% y de los TAC con su 28%.