Segovia
«A la hora de presentar una denuncia, las víctimas se enfrentan a muchos miedos»
Secciones
Servicios
Destacamos
Segovia
«A la hora de presentar una denuncia, las víctimas se enfrentan a muchos miedos»En Segovia, la Asociación de Asistencia a Víctimas de Agresiones Sexuales y Malos Tratos (Adavas) lleva desde el pasado julio ofreciendo un apoyo integral ... y gratuito a mujeres víctimas de violencia de género. Patricia Monje, Ana Arnainz y Ángela Martín forman parte de este equipo que combina asistencia jurídica, social y psicológica para atender una problema que, según explican, no distingue perfiles ni situaciones. «Ofrecemos asistencia totalmente gratuita, jurídica, social y psicológica», afirma Patricia, que subraya el carácter especializado de su labor como trabajadora social.
Aunque la atención presencial de Adavas en Segovia es reciente, la asociación lleva trabajando con víctimas de violencia de género en esta provincia desde hace treinta años. Tener una sede propia en la ciudad, a pie de calle, les permite acercarse más a las usuarias, especialmente a quienes residen en el ámbito rural, donde los retos son mayores.
«Comos asociación, percibimos que nuestra labor todavía no es suficientemente conocida, de manera que no atendemos todos los casos que creemos que hay», señala la trabajadora social. Aunque hay mujeres que ya cuentan con su apoyo, Adavas considera que puede llegar mucho más lejos, teniendo en cuenta además la virulencia con que la lacra de la violencia machista está afectando a la provincia. «Los pueblos y el medio rural necesitan mucho apoyo en materia de violencia de género, y es importante que las víctimas sepan que hay recursos», añade. En este sentido, Ana subraya la importancia que el boca a boca tiene en la difusión de los servicios jurídicos, sociales y psicológicos que Adavas presta. «Lo estamos viendo. Muchas mujeres vienen porque les ha hablado de este recurso una amiga, un familiar, otro profesional…». Actualmente, la asociación atiende a diecisiete mujeres.
El medio rural plantea desafíos específicos y extraordinariamente difíciles. Ana Arnaiz, abogada, explica que a las mujeres que sufren el maltratdo de sus parejas en los pueblos les cuesta mucho dar el paso de acudir a los Centros de Acción Social de la Diputación (CEAAS), recurso que tienen más a mano, «porque suelen conocer a los profesionales que trabajan en ellos o porque temen que los vecinos las vean entrando. En un pueblo se conoce todo el mundo». Además, escapar de una relación violenta en el medio rural requiere salvar obstáculos económicos. «Por lo general, la opción más sencilla la de trasladarse a vivir a Segovia, a la ciudad, para encontrar, por ejemplo, un empleo, pero la mayoría de las víctimas no se lo pueden permitir», apunta Ana.
Muchas de las mujeres que acuden a Adavas llevan años enfrentándose a la violencia de género o han identificado traumas pasados gracias a campañas como las del 25-N o el 8-M. «La mayoría de los casos que tenemos corresponden a mujeres que llevan o bien muchos años en la relación en la que están siendo maltratadas, o bien han sufrido violencia hace muchos años y ahora se han dado cuenta de lo que les ha pasado», explica la abogada. Sin embargo, atraverse a denunciar no es fácil. «Cuesta identificar lo que está pasando y a la hora de denunciarlo se enfrentan a muchos miedos: represalias por parte de la expareja, revictimización institucional, que el entorno social o la propia familia las juzgue o su familia, y también mucha culpabilidad».
Los especialistas en violencia de género rechazan hablar del perfil de las víctimas, entre otras cosas porque no existen perfiles definidos. La violencia de género es un problema global que no sabe de edad, clase social, raza, religión o ideología. «No disponemos de un perfil concreto de la víctima y tampoco creemos en ello. Las mujeres que acuden a Adevas procedente de distintas situaciones y tiene distintas formas de pensar. Aunque el recurso gratuito atrae a mujeres con dificultades económicas, también llegan casos de quienes tienen solvencia financiera. «Es un problema que afecta a todos», sentencia.
Noticia relacionada
Otro aspecto que preocupa a Adavas es la violencia vicaria, que afecta de lleno a los menores hijos de víctimas. «Viene casos de padres que utilizan la manipulación de sus hijos para hacer daño a sus exparejas. Ejercen violencia sobre ellos, pero no violentamente, sino a través de la manipulación e incluso a través de las instituciones, consiguiendo custodias exclusivas». Igualmente han tratado a mujeres denunciadas por sus propios hijos, manipulados por sus padres. «Este tipo de violencia afecta, si no a todas, sí al 90% de las mujeres que vienen con hijos, la mayoría madres jóvenes».
En términos generales, Ana Arnaiz sitúa a Segovia «un poco por encima de la media de Castilla y León en violencia de género», teniendo en cuenta que en el medio rual los casos afloran con más dificultad, lo que refuerza la necesidad de visibilizar recursos como los que ofrece Adavas, que tiene un teléfono abierto las veinticuatro horas (613 235 184) y dispone de atención presencial de 9:00 a 20:30 horas de lunes a viernes en su sede de Cantarranas, 5.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.