«Hago bastante vida social, es importante tener la mente ocupada»
Este joven segoviano de 31 años fue diagnosticado en mayo del año pasado de un sarcoma de Ewing, uno de los cánceres más raros
«Soy el nombre y el apellido de una cifra a la que nadie quiere ver y ante la cual pasamos de largo. Hoy soy ... yo, pero en 2030 puede ser tu hermana, tu madre, tu padre, tu marido, tu mejor amigo... ». Goyo Luelmo tiene 31 años y una vida por delante, a pesar del infortunio de ser parte del 1% que padece sarcoma de Ewing, uno de los cánceres «más raros». «No se sabe muy bien por qué ocurre», responde al buscar una explicación.
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Además de querer visibilizar este tipo de cáncer, este segoviano ejemplifica la voluntad de superación de todos los pacientes oncológicos. «Gracias a que me lo quitaron, no se expandió por el cuerpo porque es muy agresivo», apunta.
Cuando le confirmaron el diagnóstico, a la bofetada de incredulidad le siguió el mazazo que asesta la mera escucha de la palabra 'cáncer'. «Me derrumbé, pero me levanté enseguida para afrontar la enfermedad con otros ojos y de manera positiva», recuerda así su rebelión frente al sarcoma. Iba a cambiar su vida, pero no iba a poder con él.
«Tengo el apoyo de mi familia y respaldo psicológico», agradece. En la Clínica San Carlos de Madrid le trata un equipo multidisciplinar. «El tratamiento es muy pesado, dura un año; cada veintiún días me dan quimioterapia, tres días seguidos, siete horas enchufado», subraya. La fortaleza de un organismo joven y sano han ayudado a que «las defensas no me bajen mucho». «Afortunadamente todo va bien». «Hago bastante vida social, es importante tener la mente ocupada haciendo cosas». Goyo vive «día a día, valorando las pequeñas cosas, una cena, un viaje, un abrazo... me fijo más en eso que en lo material».
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