El Guadalajara cancela sobre la bocina la mejor actuación de Luis de Vega
Tras anunciar el Nava su salida, el portero leonés firma un 41% de paradas, pero su equipo cede la victoria con tres goles en poco más de un minuto
Dos semanas de ganar un partido con el tiempo cumplido en Cuenca, el Nava dejó escapar sobre la bocina una victoria que hubiera asegurado virtualmente ... la octava plaza y el atajo copero que la acompaña. Pancho Lombardi celebró como un gol de fútbol su definición desde el extremo izquierdo porque batió a un Luis de Vega por momentos intratable y porque ese parcial de 3-0 en el último minutos y medio saca al Guadalajara del descenso a dos jornadas del final. Los segovianos aún tendrán que hacer valer su punto de ventaja con el Villa de Aranda –más el average– para terminar en la primera mitad de la Asobal.
Guadalajara
Poveda (1), Lombardi (5), Gorostidi (5), Falcón (2), Moreno (1), Llorens, Piotr Mielczarski (8), Marcos Dorado (1), Santi Simón (1), Sladkowski (3), Serradilla (1), Jodar (2), Jovic (1), Forns y Nicolás García.
31
-
31
BM Nava
Buda, Luis de Vega, Isaías Guardiola (3), Otero, Dani Pérez (2), Robledo (1), Mario Nevado (8), Pancho Ahumada (7), Gonzalo Carró, Sasha (8), Marugán, Yeray, Gedeón Guardiola, Bonanno (1) y Herranz (1).
-
Parciales: 3-5, 5-7, 7-9, 10-11, 13-14, 15-18 (descanso), 17-19, 20-20, 22-24, 26-28, 27-30 y 31-31.
El Nava siguió la rutina de los últimos partidos y empezó con viento a favor, desde el 0-1 de Mario Nevado: nunca estuvo por detrás. Sasha, el comodín de la primera línea, lideraba la ofensiva percutiendo desde el central o desde la derecha. Una labor con muchos socios. Quién le iba a decir a Nico Bonanno, que llegó como especialista defensivo, que iba a acabar jugando tanto en ataque. Resolvió una acción con aviso de pasivo que hubieran firmado muchos laterales. También ayudó Isaías con dos latigazos.
La primera parte fue un intercambio de goles, dos coches separados por la misma distancia de seguridad y los segovianos por delante. Era un partido de muchos goles sin necesidad de muchas transiciones; dos equipos que ejecutaban sus ataques sin pérdidas. Los pivotes –tanto Dorado como Herranz– hacían también su trabajo. Buda sacó a Falcón y Simón los dos primeros penaltis a los que se enfrentó. Mientras, Ahumada, que solo ha fallado uno en 2025, canjeaba los suyos. Pequeñas diferencias para que los naveros se fueran al descanso con una renta que reconocía sus méritos: 15-18.
El ataque navero volvió desconectado del vestuario, pero Luis de Vega, que ya había salido en el tramo final de la primera parte, impuso un cerrojazo de primer orden. Una parada tras otra: desde nueve metros, desde seis, el penalti de Pancho Lomardi, sacando el brazo derecho para negar una contra de pasillo rojo de Juan Jodar. Un portero de dulce, superando por momentos el 50% de paradas, datos de videojuego días después de que el club anunciase su salida. Así se sale al mercado. Solo le faltaron piernas para cubrir a tiempo su portería tras vaciarla su equipo en inferioridad. No lo hizo, la grada aprovechó la grieta para gritar el 'sí, se puede' y Jodar, esta vez sí, aprovechaba la superioridad numérica para empatar el partido a 20.
Si era un momento de dudas, el Nava lo disipó con sus bastiones. Dos goles de Nevado –el segundo, congelándose en el aire con aviso de pasivo y una muralla de brazos delante– y un penalti de Pancho. El Guadalajara, con Gorostidi ajusticiando desde los nueve metros y encontrando el hueco ante Luis de Vega en los penaltis, quería adelantar, pero no tenía DRS. Porque Sasha necesita una milésima para colarse por la puerta. Incluso cuando los morados forzaban el pasivo y Nicolás García secundaba el esfuerzo con la parada, el ruso, el más listo de la clase, cazaba el rechace en seis metros. Si no, resolvía desde nueve metros, manteniendo el +2 cuando llegaban los últimos diez minutos (26-28).
El Guadalajara no necesitaba goles, sino un parcial, pero Luis de Vega desmoralizaba a Santi Simón a la contra, esas paradas que no solo restan goles, sino confianza. La megafonía pedía un último aliento a su público, que abarrotaba el pabellón, a escasos seis minutos. Tiempo para dos paradas más del leonés, que acabó en un 41%, pero no bastó. Como ocurriera en Cuenca, al Nava, con tanta baja, llegó con la lengua fuera al último minuto. Su técnico, Álvaro Senovilla, gastó el último tiempo muerto para asegurar el +1: pero hubo falta en ataque y última para el Guadalajara. Tras un golpe franco, los morados encontraron la grieta en el extremo izquierdo y salvaron los muebles.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.