«Cuando la gente tiene un accidente en la montaña, suele entrar en shock»
El responsable del organismo recomienda planificar la actividad: «No es recomendable ir solo a la montaña»
La primera lección de la montaña es planificar la actividad. «Ir a improvisar es el mayor error que puedes cometer», resume Mariano Blanco, coordinador del ... Centro Coordinador de Emergencias de la Agencia de Protección Civil de Castilla y León. Desde dónde dejar el coche al nivel de dificultad o las escapatorias. «El tiempo puede cambiar bruscamente. Tú habías planificado una ruta de seis horas, pero a la tercera viene una tormenta y tienes que conocer refugios». O la preparación física, no solo de quien diseña la actividad, sino de todos los miembros del grupo. «Hay algunos que van muy fuertes, pero hay personas que se pueden descolgar del grupo, se quedan solas, tienen más riesgo de sufrir un accidente. Y si no tienen cobertura, pasan a ser una persona a la que está buscando. Cuantos más errores seguidos cometas, más difícil va a ser resolver el incidente».
Errores que parten a la hora de preparar la mochila. Ciertas actividades exigen crampones, piolets, gafas de ventisca o luz frontal, preciada en invierno. Como una prenda impermeable o que dé calor. «Debería haber un kit básico que tendría que estar en todas las mochilas con ropa de abrigo, un silbato, algo que te pueda orientar si el móvil pierde la cobertura o la batería o un pequeño botiquín de primeros auxilios con manta térmica».
El primer consejo que da un médico cuando hay sangre es tapar y hacer presión con algo que esté limpio. En una actividad con ropa sudada, «de batalla», una venda limpia tiene un valor incalculable.
La prudencia es otro activo esencial, tanto en la asunción de riesgos como darse la vuelta a tiempo si la ruta supera las posibilidad físicas o meteorológicas. O la compañía. «No es recomendable ir solo a la montaña. Entiendo el compromiso de algunas personas de estar corriendo ocho horas, pero es importante que si lo asumes, vayas equipado e informes a la gente».
En resumen, que alguien sepa dónde está el coche —con modelo y matrícula— y el itinerario previsto. La persona que avisará si no ha regresado. Ante ese tipo de llamadas, el primer paso es una patrulla de Guardia Civil que busque el coche. «Porque a veces está tomándose una caña en el bar después de la actividad».
Asistencia básica y ubicación
La gestión psicológica es otro aspecto clave: «Cuando la gente tiene un accidente en la montaña se le viene el mundo encima porque está en un medio hostil que no controla, suele entrar en shock». El 112 hace unas preguntas rápidas para saber qué ha pasado y si hace falta asistencia sanitaria. Un médico de la sala da un diagnóstico inicial de las lesiones y da unas pautas al accidentado o al alertante para una primera asistencia básica. Desde el paño húmedo en la nuca ante un golpe de calor a no mover a un policontusionado o poner en posición de seguridad a una persona que ha perdido el conocimiento.
La respuesta depende de lo fácil que sea encontrar la ubicación exacta. «Hay mucha gente que no sabe en qué punto de la actividad se encuentra». A veces porque el accidentado es quien la ha diseñado. Hay distintas fórmulas. La llamada al 112 permite localizar la antena —una ayuda incompleta en montaña porque están más separadas unas de otras porque la densidad de población es menor—, un aliado como el GPS.
«Es muy importante que la gente sepa usarlo. Hay quien sabe seguir el track, pero no mirar la coordenada en la que se encuentra». Si hay cobertura, el aplicativo de compartir ubicación por WhastApp es útil, a veces también en tiempo real, pues sirve para orientar a alguien que se ha desubicado.
«No es recomendable ir solo a la montaña. Entiendo el compromiso de algunas personas de estar corriendo ocho horas, pero es importante que si lo asumes, vayas equipado e informes a la gente»
El rescate de montaña no entiende de orígenes, de negligencias. «Nosotros coordinamos la emergencia», resume Blanco. La normativa de Protección Ciudadana recoge una tasa en caso de que el helicóptero tuviera que intervenir y pudiera demostrar conducta negligente, como desobedecer las alertas meteorológicas adversas.
También la tienen otras regiones como Asturias, pero no suele aplicarse salvo en casos extremadamente claros. «Siempre vamos a dar respuesta a todos los accidentes. A veces se resuelve de otra manera; un vecino ha pasado por el camino, les ha bajado y el recurso se da la vuelta. Se atienden de la misma manera, ya sea una lesión en el tobillo o un despeñado. Que luego se emprendan acciones legales contra el ciudadano escapa completamente de nuestra labor».
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