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Exterior de la cárcel de Segovia. Antonio de Torre
El fiscal pide entre ocho y diez años de cárcel para tres presos por intentar matar a otro con un pincho

El fiscal pide entre ocho y diez años de cárcel para tres presos por intentar matar a otro con un pincho

Los acusados se sentarán en el banquillo de la Audiencia de Segovia el 2 de abril

Ana Nuin

Segovia

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Lunes, 18 de marzo 2019, 13:21

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La Fiscalía de Segovia solicita penas que oscilan entre los ocho y los diez años de prisión para tres reclusos que cumplen condena en el centro penitenciario de Segovia acusados de un delito de homicidio en grado de tentativa tras la agresión a otro preso con un pincho de fabricación carcelaria de unos cinco centímetros de longitud con una punta metálica. Los tres se sentarán en el banquillo de la Audiencia de Segovia el próximo 2 de abril. Humberto P. G. y David B. se enfrentan a ocho años de cárcel, mientras que en el caso de Manuel T. T., el ministerio público solicita diez años por la circunstancia agravante de multirreincidencia, ya que fue condenado por la Audiencia Provincial de Badajoz a cino años de prisión por homicidio en tentativa.

El 7 de enero de 2016, sobre las 12.00 horas, el preso agredido, Eusebio F. C. se encontraba en la sala de la televisión del módulo 4 de la prisión de Perogordo cuando se le acercó el también interno David B., quien le pidió tabaco y tarjetas de móvil, insistiéndole en que fueran al baño. Una vez allí, se percató de que también estaban escondidos Manuel T. y Humberto P. «Con ánimo de atentar contra la vida de Eusebio, aunque el resultado mortal no se produjera por causas independientes de la voluntad de aquellos, le clavaron un pincho de unos cinco centímetros» en el tercio medio de la parte posterior del hemitórax izquierdo y «le agredieron entre los tres, incluyendo mordeduras en la espalda», señala el escrito de Fiscalía.

Como consecuencia del tumulto formado en los baños, acudieron para restablecer el orden dos funcionarios de prisiones, que al llegar ya no vieron porque los internos ya se habían dispersado. Mientras uno de los funcionarios se quedaba fuera de los servicios, su compañero hizo un registro, en el cual halló tanto una pieza de un reloj, que resultó pertenecer a uno de los acusados, como el pincho utilizado en la agresión. Unos diez minutos después del incidente, se inició una nueva disputa en la sala de televisión, ya que el agredido, tras salir de los baños, intentó pedir explicaciones a Humberto P., que estaba sentado frente a una mesa y en cuya defensa intervino otro interno, Juan Carlos A. M., que se enfrentó a Eusebio. Este cogió el respaldo de una silla que estaba arrancada para defenderse, momento en que volvieron a entrar en la sala de la televisión los funcionarios, que sorprendieron a Humberto con la pata arrancada de una mesa en la mano amenazando a Eusebio. Cuando los internos implicados en la nueva disputa estaban siendo separados entre rastrillos, acudió también el jefe de servicio. Una vez comprobadas las heridas de los presos, Juan Carlos A. y Eusebio F. fueron trasladados a la enfermería, desde donde este segundo fue trasladado posteriormente al Hospital General de Segovia para recibir una atención sanitaria más adecuada.

Juan Carlos A. que sufrió heridas en el labio superior y en el cuero cabelludo, manifestó su deseo de no denunciar ni ser reconocido por el médico forense. Como consecuencia de la agresión en los baños y en la sala de televisión, Eusebio F. sufrió lesiones en el hemitórax izquierdo, así como erosiones y contusiones en el tórax y miembros inferiores. La Fiscalía señala que, «a pesar de la aparente levedad del resultado lesivo producido», se puede concluir que en el caso de que el pincho hubiera penetrado en la cavidad torácica, «podría haber incidido en el lóbulo inferior del pulmón izquierdo y haber provocado un hemotórax o neumotórax que habría requerido atención médica inmediata para conservar la vida».

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