El fallecido al estrellarse su planeador en Segovia es Javier Sánchez, un controlador aéreo de Madrid

En esa misma comunicación, añadían que una de las avionetas de remolque había despegado del aeródromo situado en el barrio incorporado segoviano para llevar a cabo una búsqueda desde el aire y sobrevolar el entorno del puerto de Cotos y del pico Peñalara, tanto en la vertiente de Segovia de Guadarrama como en la de Madrid. La aeronave del aeroclub se dirigió a la zona de Peñalara y «dio seis o siete pasadas por la cara norte», detalla Bernardo Robledo, jefe de operaciones de Fuentemilanos.

Por su parte, el centro de operaciones del 112 trasladó el aviso del accidente aéreo a la Guardia Civil, al Parque de Bomberos de la capital, y también notificó los hechos a sus homólogos de emergencias en la Comunidad madrileña y al centro coordinador de Junta de Castilla y León, que se activó para la coordinación del incidente.

Un piloto que avistó el accidente alertó de lo sucedido al aeródromo de Fuentemilanos. Al parecer, y conforme al aviso recibido, el planeador «entró en barrena», según relata «en schock» el jefe de operaciones del centro, del que era socio el piloto fallecido. La investigación determinará qué causas y circunstancias han concurrido en el fatal siniestro. Robledo anticipa que el más leve error o incidente que sufra un aparato como el que manejaba la víctima, que alcanza los 300 kilómetros por hora, «le puede arrancar la estabilidad de cola» y ocasionar que se precipite contra el terreno en un impacto que puede resultar letal.

Según el piloto que presenció cómo perdía el control, el planeador «dio tres vueltas cuando entró en barrena y colisionó contra el suelo». El jefe de operaciones desvela que los restos de la aeronave estaban esparcidos y escondidos en una zona de frondosa arboleda. De ahí las dificultades que habían tenido para detectar el lugar exacto del siniestro durante esos vuelos de inspección.

De regreso al aeródromo, se comunicó la localización. Mientras tanto, los equipos movilizados ya estaban operativos, tanto a un lado de la sierra como en el otro. Bernardo Robledo indica que un helicóptero de los Bomberos de la Comunidad madrileña fue el primero en aparecer en la zona donde se identificaron los restos del planeador y donde estaría el cuerpo sin vida del piloto. «Inmediatamente bajaron los rescatadores, no llevaban médico, y confirmaron la matrícula del planeador y la identidad del piloto», añade el portavoz segoviano. «Las heridas que sufría eran incompatibles con la vida», lamenta.

Desde el aeródromo de Fuentemilanos también se llamó al Parque de Bomberos de Segovia, que estuvieron en alerta a la espera de las instrucciones mientras se especificaba la ubicación concreta del siniestro. Al final, Robledo apunta que no fue necesaria su participación en el operativo del rescate.

Tal y como ratifican fuentes del 112 Castilla y León, fueron miembros del Grupo Especial de Rescate en Altura de los Bomberos de la Comunidad de Madrid los que localizaron la aeronave siniestrada en la cara sur del pico La Atalaya, dentro de los límites del término municipal del Real Sitio de San Ildefonso. Las dotaciones desplazadas confirmaron sobre el terreno la fatal noticia del fallecimiento del piloto del planeador. Por su parte, la Guardia Civil procedió al levantamiento del cadáver y procedió a su traslado a la localidad madrileña de Manzanares el Real.