Menos del 10% de los empleados públicos de Segovia trabajan de forma remota

En la Diputación de Segovia hay en la actualidad diez personas teletrabajando de los cerca de 900 empleados públicos. No obstante, durante el estado de alarma habilitaron en pocas horas 181 puestos a distancia. Los trabajadores esenciales que no podían desempeñar su labor en remoto, como ocurre en los centros sociales y sanitarios en los que hay una atención directa al público, fueron los únicos que mantuvieron en todo momento la presencialidad, según explica el diputado de Recursos Humanos y Gobierno Interior, Jaime Pérez.

«Hasta la fecha nos hemos basado en la normativa de la Junta de Castilla y León para regularlo. Hemos concedido algunos permisos para atender a hijos menores o personas dependientes a cargo. También a alguna mujer embarazada o personas muy delicadas de salud». Recalca que, aunque «de forma provisional se está empleando como una herramienta para facilitar la conciliación, este no es el objetivo del teletrabajo». Para ello, existen otras alternativas como la reducción de jornada o la flexibilización de los horarios entre las 7:00 y las 21:00 horas.

Por su parte, en la Junta de Castilla y León tienen en marcha tres modalidades diferentes, la primera, es la regulada por su propia normativa, que es voluntaria y revocable y desde 2018 la han solicitado 49 personas, de las cuales han autorizado 36, el 73,47%. El resto, se han denegado por incumplir el requisito fundamental de ser un puesto teletrabajable, ya que se correspondían a empleos de asistencia o asesoramiento al público, coordinación o dirección, según aclara la secretaria territorial de la Delegación en Segovia, Ana Isabel Fuente de la Cal.

La segunda es vinculada a la pandemia de la covid-19. El 60% de los cerca de 6.000 trabajadores estuvieron desarrollando sus funciones en remoto durante el estado de alarma. Debido a estos planes hay 95 trabajadores que comparten despacho y que ahora tienen turnos rotatorios semanales de teletrabajo y presencialidad. Por último, está previsto el trabajo no presencial para los contactos estrechos con un positivo que tengan que estar en cuarentena, aunque informa que solo se producen tres o cuatro a la semana.

En su opinión, bien regulado este sistema es positivo tanto para la administración como para los empleados porque favorece la conciliación, pero también es respetuoso con los objetivos de sostenibilidad ambiental o mantenimiento de la población en zonas rurales. Cree que lo idóneo es combinarlo con uno o dos días a la semana de asistencia a la oficina.

En el Ayuntamiento de Segovia no existía el trabajo en remoto antes de la pandemia, pero con el estado de alarma se priorizó este sistema con el fin de que hubiera el menor número posible de personas en las instalaciones. A pesar de la compleja situación se habilitaron deferentes canales para atender a los ciudadanos y con la desescalada los profesionales se fueron incorporando. De hecho, con la última fase, que comenzó en junio y continúa vigente, esta institución requiere la presencia en cada departamento del 70% del personal, facilitando que el 30% restante continúe trabajando a distancia, según precisan.

El Ayuntamiento si que ha proporcionado recursos propios como licencias, portátiles y otros medios de comunicación, aunque la mayoría de los empleados han utilizado medios propios debido a la premura de la implantación de este modelo. En estos momentos, medio centenar de trabajadores, es decir, algo menos del 10% de la plantilla realiza su trabajo a distancia. Además, el Consistorio está valorando todos los puestos que pueden desempeñarse de esta forma, no solo en situaciones críticas, sino como alternativa a la que pueda acogerse el personal.