Las editoriales segovianas saludan el aluvión de manuscritos

El largo confinamiento y la mermada vida social durante los últimos dos años no solo ha fomentado la lectura; la otra cara de la moneda, la creación y la escritura también han crecido. Más personas se han sentado delante del teclado. Según datos de la Biblioteca Pública de Segovia, el número de monografías que han pasado por el depósito legal provincial ha pasado de 98 en 2019, a 117 en 2021; con un ligero bajón en 2020 por la pandemia (77). Las editoriales segovianas han sido testigo de este auge y se han visto abrumadas por la cantidad de manuscritos que les han ido llegando, esto ha llevado a priorizar la calidad y la originalidad.

«Nosotros recibimos al día aproximadamente diez correos de gente que quiere que editemos sus manuscritos», evidencia Carlos Rod, de la editorial La Uña Rota. El aumento de autores que quieren publicar es palpable. La editorial, que focaliza su producción en el teatro, la poesía, el ensayo y los libros gráficos, antepone la relación con el escritor. «Somos una editorial de autor, nos gusta acompañar al escritor durante la edición».

Hace tres años, La Uña Rota editaba en torno a doce libros. Este año tienen marcado un calendario encaminado a editar quince, priorizando la calidad ya que «ahora mismo estamos desbordados». Uno de sus retos es la posibilidad de incorporar un editor en plantilla para poder hacer frente a las ingentes cantidades de material que reciben.

Fernando Manjarrés, de la editorial Materia Oscura, enfocada a la difusión filosófica y al pensamiento contemporáneo, señala que este año mantendrá el mismo número de libros editados que antes de la irrupción de la pandemia: «Hacemos cinco o seis libros anualmente».

Esta elección no se debe a la escasez de peticiones de edición recibidas —que «llegan en avalancha»—, sino una selección exhaustiva de los libros con los que se quiere trabajar y donde también premia el trato personal con el escritor. «No me interesa hacer más, elijo bien los libros dejando de lado el sentimiento comercial. Esto no es un 'buen negocio', es vocación», matiza Manjarrés.

Orientada a autores y temática local, la editorial Derviche también percibe el crecimiento del volumen de manuscritos recibidos. «Desde la pandemia hemos crecido. Antes publicábamos diez libros, este año vamos a superar los quince», cuenta José Domingo, de la citada editorial, la cual hace bandera de su carácter ecléctico y local.

En la actualidad, se encuentra inmersa en el lanzamiento de un nuevo título, 'Segovia contra la guerra', antología cuyos beneficios serán destinados a la Asociación Cueva Valiente, radicada en El Espinar, con la finalidad de ayudar a las familias refugiadas que han llegado a la provincia huyendo de la invasión rusa de Ucrania.

Por su parte, el tradicional recorrido de la corporación municipal por los hitos que rinden homenaje a los escritores que han dejado su huella en la capital segoviana, celebrado este sábado, estuvo pasado por agua. A pesar del tiempo desapacible, que obligó a resguardar algunas de las actividades programadas en espacios a cubierto como La Alhóndiga, representantes del Ayuntamiento dejaron las coronas de laurel en los lugares que la ciudad tiene reservados para quienes engrandecieron el oficio literario con su obra segoviana. Empezó el la calle Cervantes con el tributo al autor de 'El Quijote', prosiguió con María Zambrano para encaminarse a la estatua de Antonio Machado en la Plaza Mayor y terminar en la figura de San Juan de la Cruz.

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