Cuéllar instala bolsas trampa para atajar la proliferación de procesionaria
El Ayuntamiento espera erradicar todos los nidos con la cesta de un nuevo vehículo que comprará próximamente
mónica rico
Cuéllar
Jueves, 1 de abril 2021, 12:39
El Ayuntamiento de Cuéllar continúa con su trabajo de captura sobre las colonias de procesionaria que se encuentran en los árboles mediante trampas, un método que se lleva utilizando algunos años consistente en un cinturón que se instala en el tronco del árbol, con el que se encuentran las orugas en su descenso. Al buscar una salida son reconducidas por un espacio que las hace introducirse voluntariamente en una bolsa, en lugar de llegar al suelo, donde tratan de llegar para enterrarse e iniciar su metamorfosis, evitando así que puedan continuar su ciclo.
Un ciclo en el que se convierten en mariposas, volviendo a ascender a los árboles, donde realizan sus bolsas, los nidos que ahora se tratan de eliminar, con el fin de que estas orugas no lleguen al suelo y suelten los pelos urticantes que liberan cuando se sienten amenazadas, ya que producen reacciones alérgicas e inflamación a quienes las tocan o se acercan demasiado, por lo que son especialmente peligrosas para niños y mascotas.
El concejal de Medio Ambiente, Tomás Marcos, señaló que, puesto que este año se habían deteriorado algunas de las bolsas que se incluyeron en los árboles el año pasado, se han adquirido más (unas 60) y se han repuesto donde estaban estropeadas. Además, en aquellos árboles cuyo tronco tiene un gran diámetro se han instalado dos. Marcos señala que fue en febrero cuando comenzaron a proliferar las orugas, si bien el frío de las últimas semanas las ha mitigado e incluso puede haber propiciado que algunos de los nidos no lleguen a completar su ciclo. En concreto, esta procesionaria suele hacer sus nidos en los pinos, por lo que las trampas en Cuéllar se sitúan en aquellos espacios donde existen este tipo de árboles, como son los Lavaderos de San Andrés, y en el colegio San Gil, fundamentalmente, aunque también existen algunas en el colegio Santa Clara y en los jardines de San Gil.
Marcos señaló que las trampas se suelen poner cuando se detecta que en el extremo de las ramas «se está haciendo esa bolsa que parece una nube», que son los nidos de estos animales. «Cuando lo detectamos, el método más efectivo es subir y cortar», apunta el concejal. Esto cambiará en los próximos meses, puesto que el Ayuntamiento adquirirá un vehículo tipo 'manitou' con un elevador de mayor actual, con lo que «seguramente vamos a cambiar el método».
Las trampas se ponen en pinos, aunque también en alguna arizónica. «La pista nos la da el nido. Si vemos que podemos acceder a ello, lo quitamos inmediatamente», añade. La adquisición de la maquinaria «nos va a venir muy bien para que durante el invierno le demos un buen repaso a los árboles», lo que ayudará a avanzar en la lucha contra esta oruga. El concejal detalla que, por el momento, tras unas primeras filas de procesionaria que aparecieron por febrero junto al parque de San Gil, no se tiene noticia de que hayan aparecido más orugas en el suelo. Sin embargo, en cuanto esto ocurre, se pide a los vecinos que lo pongan en conocimiento de los servicios municipales, quienes acudirán de forma inmediata, para lo que es imprescindible la colaboración ciudadana. En determinados tramos del paseo de la carretera del Henar se pueden encontrar grandes cantidades, así como en algunos pinares del entorno, aunque no en todos.
A pesar de todas las medidas que se toman desde el Ayuntamiento para luchar contra la oruga, puede darse el caso de encontrarse alguna fila, por lo que Marcos hace hincapié en que los vecinos deben tener mucho cuidado y no tocarla e incluso no acercarse mucho a ella.
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