Cuatro de cada diez reservas en el turismo rural son de última hora

A pesar de las singularidades que envuelven los múltiples encantos que ofrecen estos alojamientos, hay un condicionante común que comparten los empresarios y los visitantes: el tiempo y todos los interrogantes que siembra la incertidumbre sobre cómo hará, qué ropa o qué complementos meter en la maleta y, por supuesto, qué rumbo tomar para pasar estas jornadas de ocio, descanso y asueto para buena parte de la población.

En este puente prolongado que el sector en la provincia va a estirar hasta el lunes 21, fecha festiva en varias comunidades autónomas, las inquietudes meteorológicas también han agitado aún más el habitual trajín de reservas y cancelaciones que viven los establecimientos conforme el calendario va deshojando días y semanas con la vista puesta en Semana Santa, como apunta la presidenta de la Asociación Profesional de Turismo Rural y Activo de Segovia (Aturacse). Paula Escorial pone de relieve el «gran movimiento» que hubo este pasado lunes, con el ciclo vacacional asomando a la vuelta de la esquina.

La semana empezó a andar con un sinfín de llamadas. Los teléfonos y los correos electrónicos echando humo por personas que querían suspender la reserva que habían realizado con anterioridad y de otras que habían apurado los tiempos y buscaban estancia para los días más fuertes, tanto turística como religiosamente hablando, de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor. Escorial explica que, «aunque la gente normalmente es muy previsora» a la hora de asegurarse con mucha antelación el alojamiento rural de turno cuando llega un periodo vacacional como el que brinda esta Semana Santa en Segovia, también hay un porcentaje no pequeño de clientes que lo dejan para el último momento. «Esta vez ha habido quizás más últimas horas», apostilla la presidenta de la asociación profesional que representa a los centros turísticos rurales que funcionan legalmente en la provincia.

Si hay que traducir a números este comportamiento de los viajeros, la representante del sector cifra en un 60% las reservas registradas con semanas e incluso meses frente al resto de ocupaciones realizadas casi sobre la bocina.

Paula Escorial subraya que, a pesar de unas predicciones amenazantes con una meteorología inestable y fresca que alterna los ratos de sol con chubascos que puedan aguar las renombradas manifestaciones religiosas que se viven a pie de calle y uno de los periodos más suculentos para los empresarios dedicados al turismo rural y activo en Segovia, las casas y viviendas catalogadas y autorizadas para este uso apuntan al lleno estos días con una ocupación media de un 85%.

El porcentaje sube incluso un poco cuando los viajeros optan por pasar su estancia y hacer noche en hoteles. La presidenta de Aturacse señala que la oferta de plazas en estos estabecimientos está completa en un 90% entre este Jueves Santo y el Domingo de Resurrección y manteniendo también altos niveles de demanda para el Lunes de Pascua, matiza la responsable de la Asociación de Turismo Rural y Activo.

El perfil de los inquilinos que recalan en estas casas es «fundamentalmente familiar», define Escorial. En cuanto a la procedencia, «viene mucho huésped madrileño; pero también hay reservas de extranjeros, que se nota más en los hoteles».

Hay visitantes que buscan un remanso de paz y tranquilidad en plena naturaleza, con la opción además de realizar alguna actividad como montar a caballo, senderismo o recorridos en bicicleta; y otros se decantan por la capital segoviana, por las procesiones y vía crucis de estos días, por las joyas escultóricas, por el fervor de las cofradías y feligreses y, como no, por aderezarlo con degustaciones de la afamada gastronomía local.