«Con la vivienda turística han abierto un camino al que se acoge todo el mundo»

«Es necesario tener igualdad de condiciones, que todos juguemos las mismas reglas. Si no, no es justo», explica la representante de los negocios de turismo rural, quien hace hincapié en el perjuicio de la competencia desleal. Ninguna empresa ni autónomo es ajeno a la tendencia creciente de las viviendas de uso turístico. «Están fuera del reglamento turístico, les dan un número de registro diferente, de otra administración», subraya.

Si bien es cierto que en Castilla y León deben cumplir unas condiciones, «son requisitos mucho menos estrictos y con un espectro mucho más amplio en comparación con las especificaciones obligatorias de una casa rural», añade Escorial. Por ejemplo, la superficie útil de los dormitorios es de apenas diez metros cuadrados en el caso de las habitaciones dobles mientras y no es necesario prestar ciertos servicios al cliente, entre los que se incluye la limpieza.

El sector está envuelto en una batalla política y empresarial. La vivienda vacacional es una nueva manera de rentabilizar una propiedad que muchos segovianos han suscrito. «Son sobre todo particulares, personas que tienen una segunda residencia y la alquilan», indica. Todo ello sin descartar los proyectos que puedan desarrollar otro tipo de inversores. A su juicio, el problema consiste en que «han abierto un camino al que se está acogiendo todo el mundo». Desde jubilados con varias propiedades hasta empresarios y autónomos.

Las asociaciones turísticas exigen conocer cuál es el registro válido para poder desarrollar la actividad. «Nadie contesta, estamos intentando que esto se aclare porque ni siquiera lo entienden», insiste Escorial. El tiempo no siempre juega a su favor, pues son conscientes de que ya son más las plazas que concentran estas viviendas de uso turístico que los propios establecimientos hoteleros. Es una modalidad que aumenta especialmente en la ciudad de Segovia porque «ahora sí que entran en un espacio en el que antes no cabían». Con ello, se refiere al recinto amurallado, donde «hay una regularización estricta» para el resto de alojamientos.

La vivienda vacacional «está permitida y no hay manera de atajarlo». Sin embargo, las diferentes asociaciones turísticas que están presentes en la provincia han diseñado estrategias en un intento de rebajar el intrusismo en el sector. «Si al final lo dan por válido, no podemos ir contra ellos: lo único que estamos luchando en la asociación es que los socios solo puedan ser empresarios o autónomos», advierte.

De este modo, quedan excluidos los propietarios de segundas viviendas. «Un método que podemos usar para cortar este fenómeno es ser profesionales», determina. Por ello, se propone la creación de un símbolo de calidad para diferenciar a los que «cumplimos con todo lo que nos solicita la administración», concluye la presidenta segoviana.