Comienzan las perforaciones en el cauce del Cega como medida de emergencia ante la sequía

Se trata de una medida que fue plantada en julio, cuando se solicitó a la Confederación Hidrográfica del Duero la autorización para realizar una perforación junto al cauce del río para poder usar el agua subterránea ante la falta de lluvias y a las altas temperaturas del verano.

El concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Cuéllar, Tomás Marcos, detalló que las perforaciones tendrán una profundidad máxima de 120 metros y de ellas se estima que se pueda extraer unos 120 metros cúbicos a la hora de cada uno de ellos. El edil indicó que la Mancomunidad de Las Lomas necesita unos 300 metros cúbicos a la hora para abastecer a las casi 13.000 personas que dependen de ella.

Marcos quiso hacer hincapié en que estas perforaciones únicamente se utilizarán en caso de extrema necesidad, es decir, «lo que significaría que el río no lleva agua». De momento, insistió, figura como un 'plan B' en el caso de ausencia de caudal en el Cega. «Es una medida que ecológicamente puede ser drástica, que no nos gustaría tomar, pero al final es la única solución posible que hemos podido ver», matizó. Así, detalló que, con el caudal que tiene en estos momentos el río, no es necesario extraer agua de los pozos. «Está bien que una población tan importante, como la que depende de la mancomunidad, tenga una posibilidad de emergencia», añadió.

Marcos recordó que el caudal que llevaba el Cega en julio «podía agotarse en cualquier momento», situación que durante los últimos días ha mejorado. Por ello, la mancomunidad, Somacyl, Aquona y el Ayuntamiento de Cuéllar valoraron posibles soluciones para afrontar una posible crisis de falta de agua. Así, se realizó una revisión de todos los pozos que antes suministraban agua a Cuéllar y a otros municipios, algunos de los cuales están todavía en funcionamiento.

Otra alternativa que se buscó fue la posibilidad de que existiera, en las cercanías de la tubería que sube desde la captación hasta Las Lomas, algún pozo agrícola que no estuviera en funcionamiento y del que se pudiera abastecer la potabilizadora, lo que «no ha sido posible». Asimismo se barajó la posibilidad de realizar cortes puntuales, pero «no nos llevaba a ninguna situación que nos pudiera solucionar el problema».

Es por ello que se optó por las perforaciones, que se ubican cerca de la zona de impulsión del agua, por lo que, una vez que se encuentre el líquido, habrá que realizar una tubería de unos 100 metros para la conexión. Con ello se garantiza «una solución de emergencia, que ojalá no tengamos que utilizar».