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Un grupo de ciclistas circula por Guadarrama, con la sierra al fonso. I. J.
Los ciclistas segovianos saldrán a la calle contra las restricciones del Plan de Guadarrama

Los ciclistas segovianos saldrán a la calle contra las restricciones del Plan de Guadarrama

Los clubes segovianos, que suman alrededor de un millar de federados, han convocado una concentración para este jueves frente a la Delegación de la Junta

Ana Nuin

Segovia

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Miércoles, 4 de abril 2018, 11:33

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Los foros de aficionados al ciclismo de montaña echaban humo desde hace meses y ahora van a sacar ese malestar a la calle. Una quincena de clubes de la provincia han convocado para este jueves una concentración, a las doce del mediodía frente a la Delegación Territorial de la Junta, en protesta por las limitaciones que impone a los ciclistas el Plan Rector de Usos y Gestión (PRUG) del Parque Nacional de Sierra de Guadarrama. El enfado que ha cundido entre los practicantes de esta disciplina que combina deporte con naturaleza es notable «porque lo que el plan deja para los ciclistas es unas pistas asfaltadas que no suponen ni un 10% de lo que tenemos actualmente. Además, muchas veces no tienen continuidad, por lo que al llegar al final habrá que darse la vuelta con la bici», explica María Antonia Jordán, del Club Ciclista Las Kamelias.

En la provincia de Segovia hay alrededor de un millar de ciclistas federados, además de «infinidad de aficionados sin carné», señala Jordán, quien explica que el objetivo de la protesta es «conseguir llegar a un acuerdo, entendemos que hay zonas a las que no se podrá acceder, pero con la propuesta actual se nos arrincona a unas pistas escasas para senderistas, caballistas y ciclistas». Los clubes han presentado alegaciones conjuntas contra lo que consideran un «exceso de protección» que pone contra las cuerdas al colectivo ciclista en Guadarrama, cada vez más numeroso por el encanto y la belleza del entorno, así como por su dureza y la exigencia deportiva.

Según el Plan de usos de Guadarrama, consensuado entre los gobiernos de Madrid y Castilla y León, que comparten el territorio del parque, en las áreas que son consideradas de máxima protección, que son las Zonas de Reserva, los ciclistas tienen prohibido su paso. Estas zonas, en las que se prohíbe el acceso salvo con fines científicos o de gestión y, en caso necesario, de salvamento, policía y vigilancia ambiental, se corresponden con algunas de las lagunas y formaciones de origen glaciar en el interior del Parque, como la Laguna de Peñalara, la Laguna Chica o la de la Rubia. En el caso de circular por Zonas de Uso Restringido de tipo A, el tránsito de más de 7 ciclistas requerirá autorización. En A y B, si el ‘pelotón’ es de 15 o más también necesitará el correspondiente permiso. Cuando la zona de es uso restringido de tipo C, los grupos de más de 50 ciclistas requieren permiso. En Zonas de Uso Moderado y de Uso Especial, grupos de más de 25 ciclistas han de comunicar con la administración gestora en época de peligro alto de incendios forestales.

A la hora de transitar, la prioridad de paso la tendrían senderistas y caballistas sobre ciclistas. Además, la circulación de grupos organizados en bicicleta, velocípedos y otros artefactos mecánicos sin motor en el ámbito de aplicación del Plan Rector de Usos y Gestión del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama se fijará en el marco del que la administración denomina Programa de Uso Público y Social, «teniendo en cuenta el número de integrantes del grupo, el recorrido y la capacidad de las pistas forestales».

Estas son las condiciones planteadas que han soliviantado los ánimos del mundo del ciclismo de montaña. La Asociación Internacional de Mountain Bike en España representa a más de ocho mil afiliados. Su presidente, Víctor Tarodo, se viene quejando de las calladas por respuesta que han cosechado sus reivindicaciones y observaciones. No hay que olvidar que el contenido del PRUG empezó a fraguarse hace casi un año en una tanda de reuniones de las administraciones y expertos con los distintos agentes implicados en la conservación del Parque Nacional de Guadarrama. Los encuentros tuvieron lugar tanto en la vertiente segoviana como en la de Madrid.

El presidente de IMBA argumenta que el articulado sobre la circulación de bicicletas modifica lo que establecía el Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN), regulación previa y necesaria para la declaración posterior del Parque Nacional. También señala que la circulación por un camino estrecho favorece que la velocidad sea menor y, por tanto, disminuye el riesgo de accidentes y de destrozos en los parajes.

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