Borrar
El responsable del Banco de Alimentos de Segovia, Rufo Sanz, coloca la mercancía recibida. Antonio de Torre
El Banco de Alimentos de Segovia encara la gran recogida sin cámaras frigoríficas

El Banco de Alimentos de Segovia encara la gran recogida sin cámaras frigoríficas

Segovia ·

La organización desplegará sus puntos de depósito de comida en más de veinte establecimientos de la capital y provincia

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Martes, 27 de noviembre 2018, 08:13

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Si dos equipos de fútbol saltan al césped y faltan las porterías o el balón, está claro que no pueden jugar. Los clubes, la federación... a quien compitiera pondría todos los medios para que el encuentro no se suspendiera y la afición disfrutara de la entrada. Pues algo parecido le ocurre al Banco de Alimentos de Segovia. La organización benéfica no puede 'jugar' a pleno rendimiento su particular partido contra la pobreza porque le faltan recursos indispensables para cualquier entidad de estas características y con la función de hacer acopio de comida para distribuirla luego entre otras instituciones que atienden a las necesidades de los hogares cuyas despensas están vacías.

El delegado de la ONG en la provincia, Rufo Sanz, se lamenta de que, a día de hoy, el Banco de Alimentos carezca de cámaras frigoríficas para garantizar la conservación de la comida que le llega por los distintos cauces solidarios.

El responsable del Banco de Alimentos de Segovia, Rufo Sanz. Antonio de Torre

Más de 2.500 segovianos se benefician de la recogida y reparto de víveres

Actualmente, el Banco de Alimentos presta atención a las necesidades de nutrición de más de 2.500 ciudadanos que residen en Segovia, tanto en la capital como en la provincia. El responsable de la delegación provincial de esta organización es consciente y se lamenta de que «hay más personas que lo necesitan, pero no llegamos». Por fortuna, la demanda de ayuda no alcanza el mismo volumen que durante la dichosa crisis, años en los que la pobreza y la miseria se instalaron en muchos hogares.

Rufo Sanz reconoce que no es lo mismo y que las solicitudes de ayuda alimenticia han bajado, aunque ese descenso es muy lento. Casi a cuentagotas. «Ojalá no fuéramos necesarios», apunta el delegado provincial. La misión que asumió el Banco de Alimentos es elevada: «que no haya familia en Segovia capital y provincia que lo pase mal». Pero esta ONG no puede con tal utopía en solitario. Ejerce como un eslabón más en la cadena de la solidaridad. A través de sus canales de distribución y de campañas como la gran recogida del viernes y sábado que viene, la comida se reparte entre otras organizaciones que la hacen llegar a los más necesitados, como Cruz Roja o Cáritas. El objetivo que se ha marcado el Banco de Alimentos es lograr en torno a quince toneladas.

A la entidad le hace falta lo fundamental, no tiene un espacio para almacenar en las mejores condiciones y durante el tiempo que sea necesario los productos perecederos que recoge hasta que la cadena de la beneficencia alcanza el eslabón de su distribución. Este déficit limita sobremanera la capacidad de actuación y de ayuda del Banco de Alimentos, advierte el responsable en la provincia. Rufo Sanz explica que hay alimentos que «tenemos que dar en el mismo día porque no podemos conservarlos».

Para evitar que esos artículos perecederos se pudran, la organización los traslada a otros bancos de provincias vecinas, añade el delegado segoviano sin ocultar una cierta decepción. No se queja tanto por que en esos otros lugares no se necesiten estos gestos de solidaridad trasformados en kilos de comida, sino porque el círculo de la generosidad no se abra y se cierre en la propia provincia. Sanz recuerda que, aunque la crisis parece haber pasado, tras de sí ha dejado una honda huella en muchas familias en Segovia que no tienen qué comer a diario.

Sin furgoneta isotérmica

Por culpa de la falta de cámaras refrigeradoras que conserven la comida, y con todo el dolor de su corazón, el Banco de Alimentos se ve obligado a enviar cada semana a otros destinos decenas de kilogramos de carne que recibe por parte de varios pueblos. Lo mismo ocurre con la fruta, «que podíamos recibir y repartir en grandes cantidades, pero es tan delicada que no la podemos almacenar». Y también sucede con los productos hortícolas.

Al drama de no disponer de un almacén en condiciones se añade otro problema: el transporte. El responsable provincial de la organización expone cómo en el quehacer diario de recogida y reparto de alimentos también arrastran la falta de una furgoneta isotérmica que contribuya a la conservación de la comida durante los trayectos que realizan de pueblo en pueblo. Una vez más, el Banco de Alimentos se ve maniatado por el déficit de medios, ya que un vehículo de esas características cuesta un dinero que la entidad no posee a día de hoy.

A pesar de todas las adversidades, la ONG 'jugará' uno de sus clásicos esta semana. El viernes y el sábado se llevará a cabo la gran recogida de alimentos de cara a la campaña invernal y de Navidad. Rufo Sanz cuenta esta vez con refuerzos para ultimar la logística y coordinar los apoyos que recabará durante esas dos jornadas. El responsable del Banco de Alimentos avanza que el despliegue de puntos donde los ciudadanos particulares e instituciones públicas y privadas podrán depositar los víveres estará compuesto por más de una veintena de establecimientos, entre la capital y la provincia. Desde grandes superficies hasta pequeños comercios se han puesto a disposición de la causa, añade el delegado segoviano.

Leche, aceite y conservas

En esta ocasión, el Banco de Alimentos focaliza esta nueva campaña en tres tipos de artículos. Aunque todo alimento será bienvenido, la entidad benéfica hace un llamamiento para recoger leche, aceite y toda clase de conservas. La carencia de cámaras frigoríficas y de furgonetas isotérmicas restringe las preferencias y las limita a productos que no sean perecederos.

Asimismo, Sanz ensalza que el contingente de voluntarios con el que cuenta el Banco de Alimentos para encarar esta gran recogida ha crecido con respecto a ediciones anteriores. Este refuerzo va a contribuir a que «intentamos cubrir la mayor parte de los establecimientos» que van a participar en la iniciativa. Además, el responsable también se felicita por la colaboración que van a prestar a la causa solidaria algunos centros docentes, como los institutos Giner de los Ríos, Andrés Laguna y María Moliner o los colegios Claret y Maristas, así como los Bomberos y la Policía Local de Segovia, el Ayuntamiento de la ciudad, la Academia de Artillería o personal de empresas y de algunas entidades bancarias.

Este despliegue es fruto de llamamiento lanzado bajo el lema 'Se protagonista' con el objetivo de agitar la conciencia de la sociedad e invitar a los ciudadanos a enrolarse como voluntarios.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios