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En el núcleo espinariego de Los Ángeles de San Rafael residen de manera permanente, según el censo municipal, más de 1.500 personas. Sin embargo, ... la mayoría de las viviendas son segundas residencias de vecinos que pasan largas estancias en los meses de verano y los fines de semana. Esto es algo que los amigos de lo ajeno llevan tiempo aprovechando para entrar en viviendas cerradas y robar todo lo que encuentran a su paso. Esta semana, más de siete chalés han sido asaltados, algunos incluso dos noches seguidas, según afirman los vecinos de la zona. En la mayoría de los casos, los objetos sustraídos no tienen un gran valor. Sin embargo, las facturas para arreglar los destrozos que causan en alambradas, vallados, ventanas y puertas para entrar ascienden a varios miles de euros.
«A mi me cortaron la valla metálica en las dos esquinas. Vino la Guardia Civil y hemos hecho un parte, pero de momento no han vuelto. Yo pagué el arreglo y animo a todos los vecinos a denunciar, es la única manera de que nos hagan caso», asegura Antonio González.
Esta es la segunda oleada de robos en lo que va de año, aunque Subdelegación del Gobierno afirma no tener constancia de denuncias por este motivo en las dos últimas semanas. En el pasado mes de enero otras cinco viviendas fueron asaltadas. Esta vez, la zona elegida por los ladrones ha sido la comprendida entre la avenida Bruselas y la avenida Brasilia. «Esta semana han entrado a robar en nuestra casa dos noches seguidas. Solo se han llevado material de jardinería: sopladora, desbrozadora y alguna herramienta eléctrica más pequeña, pero el destrozo que han hecho para entrar ha sido grande. Da igual tener alarma, ya que saben que la Policía tarda, mínimo, media hora en aparecer. Nosotros no estábamos en el domicilio», explica una de las víctimas.
Esta es la gran demanda de los vecinos: mayor presencia policial. Exigen a la Guardia Civil más controles a la entrada del núcleo y a la Policía Local que patrullen con más frecuencia sus calles. Cabe recordar que la base de la policía se encuentra en El Espinar y que son varios kilómetros los que hay que recorrer para llegar a Los Ángeles de San Rafael.
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«El actual alcalde prometió hace más de tres años hacer un edificio municipal con dependencias para un consultorio médico y una base de la Policía Local, entre otras. El problema es que la promesa se ha quedado en eso», recuerda José Luis, vecino del núcleo espinariego.
El miedo se ha apoderado de los vecinos que se ven indefensos y que cada fin de semana llegan a sus domicilios con la incertidumbre de si esta vez les habrá tocado a ellos. «Es cuestión de tiempo que alguno entre y salga con los pies por delante. No se puede estar tensando y tensionando tanto a la población pensando que si eres delincuente el sistema te protege de la ley, porque cuando las cosas se llevan a extremos insoportables llegan las tragedias. De lo que el sistema no te va a defender es del ciudadano agredido que, harto hasta la médula y cabreado, puede tomarse la justicia por su mano», sugiere Jesús Parrilla.
Tras esta nueva oleada, una veintena de domicilios han sido asaltados en lo que va de año. Los vecinos que residen habitualmente en Los Ángeles de San Rafael aseguran que la presencia policial es escasa y los vecinos con segundas residencias se encuentran muy preocupados. La Mancomunidad no para de crecer con la construcción de nuevas viviendas y la llegada de nuevos residentes que desconocen esta situación.
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