Las agencias de viajes dan por «perdida» la Navidad y temen por la Semana Santa

Puede haber algún viaje corto, pero ni comparación con el tráfico de clientes que normalmente existía, por ejemplo, de gente de Sudamérica que acudía a ver a sus familias. Son fechas propicias para hacer buenos y grandes viajes, aunque eso está desechado completamente en la actualidad.

De momento no se contemplan movilizaciones «porque lo teníamos asumido, yo creo. Sí que es verdad que la actividad es nula y ahora con los cierres el pequeño atisbo de esperanza que teníamos que era el movimiento interno ha desaparecido también y no queda otra, como el resto de sectores que estamos en la misma situación, que estar bajo el paraguas mientras dura lo que nos ofrecen y poco más», comentó Luis García Patiño, presidente de la Asociación Agencias de Viaje de Segovia.

En plena segunda ola de la covid-19, «en cuanto al trabajo no ha variado nada, las expectativas son nulas. Es verdad que en los primeros meses, nuestro trabajo fue arduo porque teníamos que resolver todo lo que teníamos encima de la mesa, no solo de la gente de fuera que nos pilló que no podía regresar, de solicitud de reembolso a los clientes, de enseñar las uñas a las compañías aéreas y a los proveedores de servicios para que nuestros clientes cobraran sus viajes no efectuados y sus depósitos, fueron meses más terribles que ahora, porque ahora no hay nada real ni por un lado ni por el otro desgraciadamente. Había más cosas que atender y resolver, era nuestra obligación y nuestro trabajo, ahora no queda más que sentarse y esperar porque poco más podemos hacer desde nuestro lado», apuntó Patiño.

La cifra de facturación y de pérdidas es demoledora. «Está ahí, más o menos, tendremos un 90% de pérdidas, teniendo en cuenta que hay diferentes perfiles en las agencias de viajes. No es lo mismo una agencia que se dedica plenamente a vacacional que las que se dedican por ejemplo a congresos o empresas, o los que tienen una mezcla de ambas... Estamos facturando el 10% y no sé si a finales de año se podrá llegar a ese 10% porque había una previsión más optimista que se podría llegar a un 20% o 30% computando que se hubiera reactivado un poco la actividad en otoño y a ver enganchado algo en navidades o en estos puentes de diciembre... Pero nada, ya tiramos la toalla porque está claro que no va a haber nada de nada».

La lucha se centra en paliar determinados gastos que tienen sus negocios. «La mayoría son negocios que están a pie de calle, oficinas que por su ubicación están pagando alquileres y rentas altas y estamos un poco en esa lucha», añadió.

El poco movimiento existente se ha centrado en algún viaje a Canarias en este pasado mes de octubre, «pero nada más porque es que entre otras cosas no se puede, ningún español puede ir de turismo ahora mismo. Otra cosa es que haya que viajar por otros temas, pero lo que es vacacional, no podemos salir».

Otra cuestión es la de los viajes del Imserso y los Viajes del Club de los 50, «que estaba la programación y había mucha programación vendida, el folleto sale a primeros de año y son viajes que se escogen para viajar hasta diciembre y había muchas reservas, todas canceladas. La etapa del Imserso se cubre desde noviembre del año pasado hasta mayo de este año había viajes, entonces todo los que se operaron antes del inicio bien, otros pilló en medio y hubo que hacer regresar a los viajeros y el resto de suspendieron y la programación que se supone tenía que salir ahora en octubre y noviembre se han suspendido y no han llegado ni a salir, ni se han programado... El panorama es desolador, pero hay que aguantar y buscar las protecciones que podamos, ya que a nivel de personal, más o menos están garantizados con los ERTE... Como empresario estás algo tranquilo por esa protección, pero las empresas tienen un límite; hay gastos determinados fijos que caen y es mes tras a mes... y hay que hacer cálculos y cuentas. Es el sentir general. Va a ser complicado que se consigan niveles como los que se han conseguido otros años», concluyó García Patiño.