«Me introduje en el mundo de la poesía en soledad y en secreto»

A sus 29 años ya ha publicado su tercer libro, La curva se volvió barricada (Ediciones La Uña Rota) y representa a la última generación de poetas españoles. Con su primer poemario, ¿Te duele?, Ángela Segovia (Las Navas del Marqués, Ávila, 1987) ganó el V Premio Nacional de Poesía Joven Félix Grande en 2009. Estos días ha impartido un taller para «jóvenes sin prejuicios» en la Feria del Libro de Segovia.

Obrador de beats poéticos es un taller dedicado a jóvenes, ¿qué cree que tienen de especial para aportar a la poesía?

Lo que ellos nos aportan es una visión mucho más fresca. Tienen menos prejuicios o al menos no están tan asentados. También se muestran mucho más abiertos a hacer las prácticas que les mando. Yo misma me he dejado contagiar por esa apertura y, en ese sentido, el trabajo me ha resultado mucho más sencillo.

¿En qué consiste exactamente este taller?

La idea del taller es aprender a escuchar el ritmo de las palabras de una manera a la que no estamos acostumbrados. Para ello hemos llevado a cabo un trabajo intenso de escucha, hemos trabajado el ritmo de la oralidad, mecanismos y dinámicas para potenciar sonidos de muy distintos tipos. Todo orientado a desvincular el sentido que le damos a las palabras y a conectar con la parte fónica, la del sonido.

La poesía contemporánea es cada vez más común entre los jóvenes de entre 18 y 25. ¿Qué tiene ese tipo de poesía que tanto les engancha?

Creo que la poesía que hacen autores como Marwan o Elvira Sastre es muy popular. Popular en el sentido de que trabaja temas típicos de la lírica pop, como el amor, la emoción, los sentimientos... Es una poesía que les hace sentirse identificados.

¿Cómo fueron tus comienzos en la poesía?

Lo primero que leí fue con 13 años. Era una colección de poesía que tenía por casa que contaba con textos de autores como García Lorca o Miguel Hernández. Se puede decir que al ser de un pueblo pequeño me introduje en este mundo en soledad y en secreto. Por eso me cuesta tanto que me conozca la gente, porque para mí el trabajo de la escritura siempre ha sido un trabajo oculto.

¿Algún referente?

César Vallejo o Samuel Beckett.

¿Cómo describiría su forma de hacer poesía?

Me gusta pensar mucho en la materialidad del lenguaje. Me gusta que el lenguaje mismo lleve una cierta sensualidad para que al leerlo te enganche esa faceta de la lengua. También busco que el vocabulario sea extraño, suelo introducir palabras latinoamericanas. Busco el equilibrio entre lo extraño y la sensualidad.

Ha estado becada durante dos años en la Residencia de Estudiantes. ¿Cómo es vivir allí?

Para un artista es genial, porque puedes dedicarte a tus proyectos sin que nada más te distraiga. Además, es un entorno muy bonito, con una historia apasionante. Acabas vinculada obligatoriamente a grandes autores como Lorca o Dalí. Al principio yo decía que era como un sanatorio, cuando iba allí me curaba del mundo.

¿Qué les diría a los jóvenes que se están iniciando en el mundo de la poesía

Les diría que lo importante es dedicarse a esto con intensidad y entrega. Si haces eso, las cosas buenas acaban llegando.