Luis Moro y Antonio Gamoneda se unen en torno a Andrés Laguna y el 'Dioscórides'

«Si hubiera destino, que a mí me parece que no, Luis Moro y yo estaríamos predestinados a confluir en torno al Dioscórides», afirma el poeta Antonio Gamoneda en el vídeo de presentación de Un animal oculto, la serie de litografías que el artista ha basado en tres poemas del escritor. Su imagen y su voz grabadas fueron la antesala de la exposición de la obra que hicieron este miércoles en La Alhóndiga el pintor y la concejala de Cultura Marifé Santiago, en palabras de Gamoneda «un trabajo compartido entre un joven artista plástico y un anciano», en el que Moro «ha ido mucho más lejos que yo» y, en la configuración del muestrario de insectos que se desprende de la obra de Laguna, «ha llevado su ensoñación entomológica a términos descriptivos de representación de ese sueño del animal oculto».

Son tres litografías y tres poemas originales. Si Gamoneda reconoce que este «materialismo maravilloso soñador estaba ya en Dioscórides y nos reunió sin pactar nada», Luis Moro (Segovia, 1969) considera que en sus encuentros con el escritor en México y España descubrió «ese amor común por Andrés Laguna» y se planteó la idea de colaborar con él, como ya había hecho con otros escritores portugueses y españoles: «A Antonio Gamoneda le dieron un premio en el Palacio de Bellas Artes de México, donde coincidimos y empezamos a pensar en esta idea, en la que hemos trabajado en los dos últimos años para presentar esta edición».

Los dos artistas han coincidido en la búsqueda de «ese animal oculto» y del paralelismo entre la poesía y la pintura, y Moro también ha querido recuperar la técnica casi olvidada de la litografía en piedra, además de reproducir los poemas de Gamoneda con tipografía hecha a mano «para que tuviera su huella».

En realidad, en Un animal oculto poesía y pintura son dos expresiones del mismo concepto de arte porque, precisa Moro, «yo leo cada poema de Gamoneda y detrás de él veo un cuadro, podríamos seguir trabajando y en su día me gustaría hacer una exposición de pintura inspirada en su obra, pensando en ella para ir más allá». De hecho, pintor y escritor ya lo han hablado y, añade Moro, «me ha dejado carta abierta para inspirarme en su trabajo y poder desarrollar con libertad la parte plástica». Es evidente que el joven le admira: «Su obra va a ir creciendo con el tiempo, de aquí a cien años será un poeta que irá ganando como los vinos en solera».