Los niños dan un 5,9 a los comedores

La Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (Fedampa) Antonio Machado cuestiona los resultados de la reciente encuesta de satisfacción sobre el servicio de los comedores escolares. La organización segoviana tacha de «engañosa» la consulta y se ratifica en las reclamaciones que viene realizando acerca de la necesidad de «mejorar la calidad y el modelo de gestión».

La manera en la que se llevó a cabo a cabo la encuesta concentra los dardos críticos de la federación. Sus responsables ya dejaron claro en la reunión mantenida a finales del año pasado por la comisión de comedores que el formulario «no estaba correctamente elaborado». Así, llamaba la atención sobre el hecho de que «muchas preguntas se referían a la opinión del alumno, menor de edad en todos los casos y muy pequeño en muchos de ellos, y sin capacidad suficiente para contestar debidamente».

Además, la representación de los padres echó de menos la opción del 'no sabe' en la lista de respuestas posibles, «que hubiera sido la más apropiada en muchas ocasiones».

La Fedampa Antonio Machado pone en solfa que el 80% de las familias estén satisfechas o muy satisfechas con el servicio de comedor, como dedujo la conclusión de la encuesta impulsada por la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León.

«Poco representativa»

Las familias se preguntan si realmente a los niños les gusta la comida. Los escolares la dan una nota de 5,9, «un suficiente alto que no puede considerarse un éxito», concluyen las asociaciones de padres agrupadas en la federación.

En cuanto a la forma de hacer la consulta, añaden que la muestra final «no es representativa» porque únicamente rellenaron el formulario el 11,3% de los usuarios del servicio en el conjunto de la comunidad. De hecho, en Segovia participaron 186 familias, a pesar de que la red provincial de comedores escolares cuenta con 2.676 comensales.

Ante estas conclusiones, la lectura que hizo la Junta en defensa de la actual gestión y de la calidad de la alimentación que se brinda en la prestación «es pura propaganda». La federación discrepa de la Administración regional cuando afirma que «la pervivencia de los dos sistemas, el de 'catering' y la cocina 'in situ', no manifiesta diferencias significativas, siendo muy similares las valoraciones».

Los representantes de la Fedampa Antonio Machado insisten en su reivindicación de la cocina presencial y en rechazar la línea fría de las concesionarias. El modelo de gestión sigue sin convencer a las familias, que cargan contra la primacía de la reducción de costes en detrimento de la calidad. Y ponen el ejemplo de Torrecaballeros para ratificar su defensa de la «gestión local de los comedores» porque, además de disfrutar de una rica despensa de alimentos, generaría empleo.

De Filadelfia a Torrecaballeros

En el colegio público de esta localidad la explotación del comedor corre a cargo de la empresa Aramark, «multinacional con sede en Filadelfia que dirige muchos comedores en la comunidad y en el mundo». Frente a ese gigante -uno de los mayores imperios norteamericanos, presente en cuatro continentes y 22 países y con más de 255.000 empleados- la federación contrapone una «comunidad repleta de hosteleros y un país rebosante de huertas y alimentos de calidad». En este sentido, Torrecaballeros además tiene fama ganada por sus restaurantes.

Su comedor forma parte de uno de los dos lotes de concesión junto a otros 18 colegios. El otro, adjudicado a Serunión, presta el servicio a 22 centros escolares. Entre ambos suman 3.000 comensales aproximadamente, calcula la federación de asociaciones de padres.

Acceso limitado a la licitación

El valor de la licitación publicada por la Junta de Castilla y León para el periodo comprendido entre los cursos 2014-2017 fue de más de 9 millones de euros. «Mucho dinero a dividir en dos lotes». Ese modelo de contratación basado en el reparto por lotes significa que los potenciales explotadores no pueden optar solo a un centro. Así, «las pequeñas y medianas empresas se encuentran con un impedimento para acceder a la gestión de los comedores», ya que este sistema «limita el acceso a la licitación».

Fuentes de la organización añaden que «el precio máximo del menú escolar en los comedores objeto del nuevo contrato es de 4,38 euros, con unos 1.500 comensales de media diarios en el caso de la prestación de Aramark.

Frente a ello, la federación segoviana reclama comedores «gestionados por empresas locales o por sus propios trabajadores, e incluso por la Consejería de Educación».