Colas en Segovia para escuchar la voz de Ainhoa Arteta

La capacidad de la soprano Ainhoa Arteta para meterse al público en el bolsillo y conseguir agotar las localidades volvió a quedar demostrada ayer en Segovia. A tres meses del cierre del Juan Bravo para someterse a una profunda reforma con la mirada puesta en su centenario, en 2018, la que sigue siendo una de las sopranos más mediáticas puso un broche de oro anticipado con su espectáculo La voz y el poeta, un homenaje a Federico García Lorca con el que la cantante celebra sus 25 años de carrera musical.

La entrega del público, que abarrotó el teatro, se materializó antes incluso del espectáculo con largas colas a la puerta del Juan Bravo. La soprano se confesaba el día anterior «una enamorada de Segovia», ciudad que ha visitado desde niña y en la que ha actuado varias veces, la primera en el patio del Palacio Episcopal. Y el público segoviano volvió a declararse anoche enamorado de la hermosa voz y la cercanía de la soprano, que ofreció un delicado y emocionante viaje a nuestras más profundas esencias musicales y poéticas. Nana del caballo grande, El café de chinitas, La Lola, Bodas de sangre o El lagarto está llorando son algunos de los textos que evoca el espectáculo, en el que la artista vasca estuvo acompañada por el pianista Rubén Fernández Aguirre e interpretó melodías compuestas por autores de Cataluña, Navarra y Aragón. Estrenado en Gijón en octubre de 2015, La voz y el poeta incluye elementos audiovisuales que ayudan al público a situarse en el contexto. Además, de vez en cuando la voz de Paco Rabal y Rafael Alberti se cuelan en el escenario para recitar algún poema de Lorca.