Siempre en el recuerdo

La Asociación Cultural Ronda Segoviana volvió ayer a rendir tributo al folclorista y dulzainero Agapito Marazuela, en el 124 aniversario de su nacimiento en la localidad de Valverde del Majano. Como todos los años, la entidad convocó a dulzaineros, folcloristas, músicos, autoridades y amigos en general al acto y la ofrenda floral, que tuvo lugar junto al monumento que el musicólogo tiene dedicado en la plaza del Socorro de la capital, obra del escultor fallecido José María García Moro, que levantó una estatua en dos mitades de más de dos metros de altura separadas por el aire. La escultura fue inaugurada en el año 2002 por el alcalde centrista José Antonio López Arranz, justo diecinueve años después de la muerte de Agapito.

Agapito Marazuela, dedicado durante toda su vida a salvar la tradición musical castellana de la extinción y fundador de una escuela de dulzaina en Segovia, es autor del afamado Cancionero de Castilla La Vieja, por el que fue galardonado con el Premio Nacional de Folclore en 1932, que recibió a título póstumo la Medalla de Oro de las Bellas Artes en 1983, informa Europa Press.

El folclorista, que comenzó a ganarse la vida con la dulzaina a los 14 años, ingresó en el Partido Comunista de España (PCE) en 1932. En 1936 las Juventudes Socialistas Unificadas le encargaron seleccionar los grupos folclóricos que actuarían en la Olimpiada de Barcelona de ese año, la denominada Olimpiada roja.

Con el inicio de la Guerra Civil, huyó de Salamanca a Madrid, donde pasó casi toda la contienda. Durante la posguerra estuvo preso en cárceles de Madrid, Burgos, Ocaña y Vitoria. En 1964 publicó su Cancionero segoviano. Marazuela murió el 24 de febrero de 1983.