El pueblo de Fuenterroble de Salvatierra demuestra su cariño a Anarbella Rodríguez

El centro de interpretación sirvió para reunir, no sólo a muchos de sus alumnos de esos 25 años, sino también a padres y compañeros de profesión durante ese cuarto de siglo, así como a los miembros del Ayuntamiento, los cuales les dedicaron bonitas palabras. Comenzaron los alumnos más pequeños del colegio, seguidos de otro grupo formado por niños un poco más mayores, ambos con poesías dedicadas a su maestra y recitadas entre todos. Después le llegó el turno a la profesora que estuviera con ella los primeros 9 años de andadura, Amalia, quien le dedicó el 'Poema al maestro' de Gabriel Celaya.

Blas Rodríguez, párroco del municipio, por su parte, le dedicó la canción 'Tu me enseñaste a volar', a la vez que recordaba las actividades que hicieron juntos y como su labor «como maestra fue sembrar para un futuro jubiloso», el cual está dando «abundantes frutos en este pueblo», para acabar entregándole un presente.

Emocionada ante tantos agasajos llegó el momento de que aquellos niños a los que dio clase hace 25 años también le dedicaran unas palabras, en las que recordaban el primer día en el colegio y cómo era el aula; recordando también que han sido 20 generaciones de las que ha sido maestra, llegando a dar clase a los hijos de sus propios alumnos y «aunque ahora llegas al fin de una etapa, siempre será tu escuela y tu pueblo», y le agradecieron que los educara «con gomets rojos y verdes», que les pusiera «un celo en la mano cuando se portaban mal, algo muy doloroso en nuestro orgullo infantil», detalles que los ayudó a crecer, por lo que «te recordaremos siempre con la sonrisa en la cara y apostando por nosotros».

Palabras que Anarbella Rodríguez agradeció «orgullosa» de «mis niños», como dijo en más de una ocasión, en un discurso en el que recordó los nombres de los 65 alumnos a los que dio clase en esos 25 años (se jubiló en 2020, en plena pandemia) y también de todos los profesores con los que compartió aula en Fuenterroble de Salvatierra.

Muchos momentos vividos, tantos buenos como malos, y anécdotas ocuparon la intervención de Anarbella Rodríguez, que desgranó el cambio de colegio, las actividades realizadas y hasta alguna trastada.

Pero antes de esta intervención había recibido una serie de regalos, como un ramo de flores y una placa por parte del Ayuntamiento y también un libro de firmas con dedicatorias de alumnos y profesores. Profesores que quisieron tomar la palabra para agradecerle lo fácil que siempre que les hacía las cosas y lo mucho que aprendieron de ella, a la vez que recordaron que «la esencia de Anarbella sigue estando presente en el colegio de Fuenterroble de Salvatierra». Una madre, en representación del resto, también le agradeció el haber formado parte de la vida de sus hijos, cerrando así todos los discursos para después pasar a disfrutar de un ágape.

Anarbella Rodríguez, por su parte, entregó un detalle a cada uno de los que fueron sus alumnos asistentes al homenaje.