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Taller de corte y confección en la cárcel salmantina de Topas. MANUEL LAYA

Los presos de la cárcel de Topas fabricarán mascarillas para prevenir el coronavirus

La dirección de la prisión confía en comenzar hoy el proceso de producción y hasta el momento no hay ningún contagiado ni entre los funcionarios ni entre los reclusos

RICARDO RÁBADE / WORD

SALAMANCA

Martes, 24 de marzo 2020, 11:10

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Los presos de la cárcel de Topas van a fabricar mascarillas para hacer frente al alarmante avance del coronavirus. El taller de corte y confección de la cárcel asumirá este cometido y será el único que estará operativo mientras dure el estado de alarma contemplado en el real decreto dictado por elGobierno.

Así lo avanzó ayer el director de la prisión de Topas, Carlos García, quien adelantó que el proceso de producción de las mascarillas podría arrancar hoy mismo . El material lo aporta la entidad estatal Trabajo Penitenciario y Formación para el Empleo, una entidad que tiene como principal objetivo lograr la inserción laboral de todos los penados mediante la formación y el trabajo, proporcionándoles conocimientos y hábitos laborales para que, una vez alcanzada la libertad, puedan competir en condiciones de igualdad con el resto de los ciudadanos.

Precisamente, el sindicato Acaip remitió este pasado sábado un escrito al director de la cárcel, donde reclamaba que «a la mayor brevedad posible lleve a cabo, en el caso de que no se hubiese realizado ya, las gestiones que sean necesarias para proceder a la inmediata fabricación de mascarillas, o cualquier otro tipo de material de protección que puedan fabricarse en nuestros talleres y sea útil para prevenir contagios». Acaip recordaba en su misiva que el centro penitenciario salmantino dispone de un taller de corte y confección, que cuenta con las máquinas y herramientas necesarias para tal fin.

No se han realizado test pese a que los centros penitenciarios están catalogados como un servicio esencial

En lo que se refiere a l resto de talleres en los que venían trabajando diariamente los reclusos, la dirección de la cárcel ha optado por cerrarlos todos y cesar su actividad para prevenir y evitar posibles contagios. Por ejemplo, el taller de producción de sillas de montar ya ha sido cerrado y lo mismo va a suceder con el taller de producción de ventanas, donde venían operando unos 50 internos y que a lo largo de esta semana va a quedar completamente clausurado, una vez que se proceda a completar la retirada de la maquinaria que se venía utilizando.El propósito de todos estos cierres se enmarca dentro de la estrategia de prevención de posibles contagios e infecciones.

Afortunadamente, hasta el momento no se ha detectado ningún caso de contagio ni entre los funcionarios de la plantilla de la cárcel ni entre la población reclusa. Eso sí, la dirección de la prisión «ha enviado a su casa» a aquellos funcionarios que han presentado algún tipo de fiebre, según revela Carlos García, pero hasta el momento no se ha contabilizado ningún positivo entre los trabajadores.

Cuarentenas

En el caso de los reclusos, se ha procedido a implantar un régimen de cuarentena de 14 días para aquellos internos que se encontraban de permiso cuando el Gobierno promulgó el pasado 14 de mazo el real decreto de estado de alarma. Dichos internos han entrado en fase de cuarentena en cuanto han retornado a la prisión tras la finalización de su permiso y una vez que esta fase concluya, podrán retornar con normalidad a sus módulos, según explica Carlos García.

En cambio, pese a que los establecimientos penitenciarios y su personal están catalogados como servicio esencial, tal como viene regulado en el Real Decreto, 1642/1983, de 1 de junio (BOE de 18 de junio), lo cierto es que los test diagnósticos continúan sin realizarse a los trabajadores de Topas. La dirección de la cárcel sigue a la espera de que lleguen estos test a la prisión, un planteamiento que se comparte también desde las filas de representación sindical.

El 99%de los internos en tercer grado no tienen que retornar a los CIS para dormir y el confinamiento lo hacen en sus domicilios

Una buena prueba de todo lo anterior es la solicitud que remitió el pasado sábado el sindicato Acaip a la consejera de Sanidad de la Junta de Castilla y León, Verónica Casado, en la que reclamaba a dicho departamento la adopción «con carácter de urgencia de las medidas necesarias para que se proceda a realizar los tests diagnósticos a los trabajadores del servicio esencial del centro penitenciario de Topas que actualmente tienen síntomas compatibles con el contagio del Covid-19 en primer lugar y al resto de personal del centro, para detectar posibles contagios por a fin de prevenir su contagio en el interior». Sin embargo, los ansiados test todavía siguen siendo una asignatura pendiente, tal como reconoce el director de la prisión.

Por otro lado, el anuncio que efectuó días atrás el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, encaminado a permitir a los presos en tercer grado a que no tengan que regresar a los centros penitenciarios para dormir y puedan hacerlo en sus domicilios, donde estarán sujetos al régimen de confinamiento aplicable al resto de la ciudadanía por la crisis del coronavirus, se ha ejecutado ya en el centro salmantino.

En estos momentos y según detalla el director de la cárcel, Carlos García, «el 99%» de los internos de los Centros de Inserción Social (CIS)de Salamanca y Zamora, que forman parte de la estructura de la cárcel de Topas, disfrutan ya del confinamiento domiciliar sin necesidad de tener que regresar cada noche a la prisión para dormir, un régimen que se mantendrán mientras perdure la alarma sanitaria. «Solo tenemos dos casos de internos de los CISque, por sus circunstancias personales, no pueden disfrutar de este régimen, dado que carecen de un domicilio donde poder dormir, pero el 99% no tienen que volver a los CIS a dormir y se encuentran dentro del artículo 86.4 de medios telemáticos», puntualiza Carlos García.

En realidad, el artículo 86.4 del reglamento penitenciario posibilita una forma específica de cumplir condena en régimen abierto, sustituyendo el tiempo de estancia mínimo obligatorio en el establecimiento penitenciario. El seguimiento de estos presos se puede hacer por medios telemáticos o por llamadas telefónicas, todo ello con el fin de comprobar que el recluso no incumple el régimen abierto y pernocta en su domicilio. Entre los medios telemáticos figuran las pulseras. De hecho, el sistema de monitorización se realiza mediante pulseras por red telefónica, bien vía red conmutada (fija), bien vía móvil, a través de las denominadas unidades celulares.

Desinfección

Por otro lado, Carlos García valoró en términos muy positivos las labores de desinfección que llevaron a cabo los efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) en la cárcel de Topas este pasado domingo. «Le di las gracias al capitán de la UME que vino por el trabajo que realizaron», apuntó Carlos García, quien quiso subrayar especialmente que desde hace días ya se están haciendo labores meticulosas de desinfección y limpieza en el interior de la cárcel por parte de los internos que tienen asignadas estas tareas.

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