Pérez Alencart: «Las migraciones laborales forman parte de la historia humana desde hace milenios»

Bajo el título general de 'La inmigración en las relaciones de trabajo', Alfredo Pérez Alencart, escritor, colaborador de El Norte de Castilla y profesor titular de Derecho del Trabajo en la USAL, abordó tan complejo asunto, por invitación de la Asociación de Estudiantes Laboralistas (ASEL), presidida por Christian Marcos Manjón y dentro del marco del II Congreso 'Diversidad y género en las relaciones de trabajo', que ayer inauguró el rector Ricardo Rivero y cuya dirección académica corresponde a la profesora María Luisa Ibáñez.

Al respecto, Alencart abordó el tema con una reflexión de carácter general, comprensiva de lo nacional e internacional, porque, señala, «lo fácil u ortodoxo, pero también lo más tedioso, sería que me dedicara a explicar los aciertos, fallos y contradicciones que existen en la Ley LO 4/2000 sobre derechos y libertades de los extranjeros en España y su integración social, más aún cuando la misma no está en plena consonancia con nuestra Ley de Igualdad, es decir la LO 3/2007 para la igualdad efectiva de mujeres y hombres».

El congreso, que termina hoy, incluye otras siete ponencias sobre distintas facetas de la igualdad de género y las relaciones laborales. Con relación a la inmigración femenina en nuestro país, Alencart expresó su «rotunda preocupación por la falta de aplicación práctica de numerosos convenios o leyes que buscan ofrecer una discriminación positiva a este colectivo doblemente discriminado, máxime en estos tiempos, donde en España muchas mujer procedentes de países extracomunitarios no solo siguen formando parte de la economía sumergida, como antaño, sino que un buen número, debido a la crisis, al incremento del salario mínimo y a la pandemia, han debido dejar de cotizar a la Seguridad Social por la no renovación de sus contratos o porque sus escasos ingresos no les permiten cotizar desde el régimen de trabajadores autónomos».

Alencart, descendiente de emigrantes de España y Brasil que llegaron a la Amazonía peruana, y actualmente profesor de Derecho Laboral Internacional y de la Unión Europea en la Facultad de Ciencias Sociales, precisa que «cuando se trata de las migraciones, y más si están relacionadas al ámbito laboral, la cuestión es muy compleja y, por ello, el prisma de visión debe ser múltiple, abarcando no sólo lo jurídico, sino también lo demográfico, lo social, lo económico o lo político, entre otras facetas, especialmente la dimensión y alcance de los derechos humanos, si es que nos estimamos formar parte de la especie humana. Y ello debería hacerse al margen de la vinculabilidad jurídica que gobiernos o tribunales nacionales otorguen a los tratados internacionales multilaterales y bilaterales ratificados. También al margen de prejuicios interesados o de discursos populistas que utilizan a los migrantes como cabeza de turco para obtener votos».

El escritor y jurista peruano-español concluyó señalando que «las migraciones laborales forman parte de la historia humana desde hace milenios, y así seguirá siendo hasta el final de nuestra especie. El poner muros, alambradas o barreras jurídicas no detendrá a los seres humanos que pugnan por conseguir algo mejor para sus vidas y de los suyos queridos».