La OMIC opta por la vía no presencial para atender las quejas de los consumidores

Las restricciones del estado de alerta, promulgado por el Gobierno para frenar la propagación del coronarvirus han obligado al Ayuntamiento al cierre de sus numerosas dependencias. Ello es no óbice, sin embargo, para que los consumidores que quieran remitir sus quejas, dudas o reclamaciones en relación a las compras de determinados productos y servicios puedan continuar haciéndolo, a través del mecanismo habilitado por el Ayuntamiento, como es la Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC).

Desde la declaración del estado de alerta, la sede de la OMIC, ubicada en la calle Valencia, se encuentra cerrada al público. Pero la OMIC sigue ayudando a los consumidores que requieren sus servicios a través de Internet, dado que está presente en las redes sociales, como Facebook e Instagram, donde atiende las preguntas y las dudas que le formulan los consumidores.

Por ejemplo, la OMIC está divulgando artículos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) sobre los cambios que ha generado para el consumo la crisis del coronavirus. También está difundiendo las informaciones del Ministerio de Consumo sobre la posibilidad de recuperar el dinero abonado por servicios no disfrutados, como son los casos de los gimnasios, las residencias o las academias, como consecuencia de la situación actual.

Además y ante el notable incremento durante estas semanas de las compras que se hacen a través de Internet, la OMIC aconseja a los ciudadanos a que extremen las precauciones con el fin de no ser víctimas de posibles ciberestafas.

Además, otro servicio municipal de asesoramiento directo al ciudadano que también ha cerrado sus puertas, pero solo presencialmente, es el Servicio de Atención Ciudadana, que sí continúa estando operativo y con el que se puede contactar por correo electrónico, por teléfono o usando el certificado electrónico.