El Movimiento Feminista exige la restitución del mural contra la violencia de género de Villasdardo
Numerosas personas se concentraron ayer para denunciar su eliminación por parte del Ayuntamiento pese a ser una acción del Pacto de Estado
Redacción / word
SALAMANCA
Domingo, 21 de noviembre 2021, 13:18
Numerosas personas se concentraron ayer sábado en la localidad salmantina de Villasdardo para denunciar el borrado de un mural sobre la violencia de género por ... parte del Ayuntamiento.
Según explica el Movimiento Feminista de Salamanca, convocante de la concentración «hace dos años, el Ayuntamiento de Villasdardo encargó, con el dinero del Pacto de Estado contra la Violencia de Género, un mural que se ha convertido en referente en la zona y en un símbolo querido por las vecinas y vecinos. El pasado 12 de octubre, el mismo Ayuntamiento decidió borrarlo sin ninguna explicación. Entendemos que la inauguración del mural fue una acción con mucho contenido, tanto visual como en el mensaje que transmitía y que incidía en uno de los objetivos del Pacto de Estado, la sensibilización sobre la problemática de la violencia de género».
Con la concentración de ayer se pretendía exigir la restitución del mural y «decir que con el dinero público no se juega, especialmente cuando está destinado a crear conciencia para luchar contra la violencia de género. Nuestra lucha contra las violencias machistas no puede ser borrada, como no puede ser borrado el mural, ni el Pacto de Estado contra la Violencia de Género».
Cuando se firma un Pacto de Estado, afirman desde el Movimiento Feminista de Salamanca, es porque existe un problema tan grave que todas las fuerzas políticas representadas en un parlamento acuerdan estrategias conjuntas para luchar contra el mismo. Este es el caso de la violencia de género, considerada un grave problema por Naciones Unidas y por los 46 países que han firmado el Convenio de Estambul.
«Los datos nos cuentan que más de la mitad de las mujeres que son asesinadas, lo son a manos de sus parejas o ex parejas varones. Es una realidad que no se puede negar y por ello, el Pacto de Estado contra la Violencia de Género se tiene que cumplir. Cada municipio recibe un dinero para gastarlo en acciones de lucha contra la violencia de género, sin ninguna indicación más» reiteran y denuncian desde este movimiento.
Esto deja al libre albedrío de los ayuntamientos las acciones y así, en muchos pueblos este dinero, o no se gasta o se malgasta, «comprando flores, marcapáginas o felpudos».
Mientras tanto, muchas mujeres que sufren violencia de género en el medio rural no pueden acceder a recursos que las protejan y ayuden a cambiar su situación. «Algunas van a la ciudad para buscar ayuda o asesoramiento en asociaciones que trabajan con las mujeres víctimas de violencia de género. Pero algunas, en nuestros pueblos, dependen de sus maridos, que en estos casos son sus agresores, para ir a la ciudad. Si ese dinero del Pacto de Estado se dedicara a ofertar todos los recursos existentes en la cercanía de sus pueblos no las estaríamos condenando a seguir en un ciclo de violencia» aseguran desde el momvimiento.
Según este colectivo, el diseño de los presupuestos del Pacto de Estado discrimina a las mujeres que viven en el medio rural. «Deben entender la realidad de nuestra región, despoblada, envejecida y con recursos públicos muy limitados. Consideramos que el dinero del Pacto de Estado debe estar dirigido a la contratación de trabajadoras formadas en prevención de la violencia de género, que puedan atender a las mujeres de nuestra provincia tanto en la prevención de las múltiples violencias y desigualdades, como en la atención, acompañamiento y seguimiento de los casos donde ya se ha producido, y que esto se haga en pequeñas unidades comarcales. Personal cualificado que ofrezca a las mujeres víctimas de violencia de género atención psicológica y jurídica y recursos para salir del ciclo de violencia en el que se encuentran con sus maltratadores».
Por todo ello, consideran que es necesario y urgente el cambio de modelo de atención para el desarrollo de la igualdad, la prevención y lucha contra la violencia de género y los programas deben disponer de recursos económicos para ser desarrollados.
«Se necesitan planes que, imbricados en el medio rural, desarrollen todas las dimensiones que como ciudadanas de pleno derecho deben recibir las mujeres que viven en sus pueblos», afirman
Ademas aseguran que «esta es nuestra defensa del medio rural y de sus mujeres, que es la de todas. Es la nuestra. No podemos seguir siendo ciudadanas de segunda», al tiempo que realizan una última reflexión: «Si estás en contra de la visibilización de la lacra que supone la violencia de género, estás a favor de quien la ejerce. Borrar el mural en Villasdardo que promovía la igualdad y el respeto y sustituirlo por el blanco nuclear de la cal o la pintura no es neutral…Y del borrado de las mujeres a lo largo de la historia y de la negación de las violencias que sufrimos, dan cuenta las brutales cifras de mujeres maltratadas, violadas y asesinadas».
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