«La falta de apoyo institucional lleva a la hecatombe a asociaciones de alzheimer»
AFA Salamanca pide apoyo a los ciudadanos para poder solventar los efectos de la covid y atender a unos enfermos que ya alcanzan los 9.000
ROSA M. GARCÍA / WORD
SALAMANCA
Lunes, 21 de septiembre 2020, 11:43
«La falta de apoyo institucional está llevando a la hecatombe a muchas de las asociaciones de alzheimer, a muchos de los servicios que estamos prestando», lamenta Magdalena Hernández, presidenta de la Asociación de Familiares de Alzheimer (AFA) Salamanca, en referencia a las consecuencias de la crisis sanitaria, social y económica provocada por la covid-19 que ha empeorado una situación que «ya era deficitaria». Y es que, asegura, «las cosas no es que estén mal, es que están muy difíciles», pese a ello, quiere dejar claro que «por encima de todo, la asociación va a seguir adelante como sea».
Hernández hace referencia, entre otras cosas, a que el alzheimer «está fuera de la Ley de Dependencia. Nuestros enfermos van a tener una participación en la Ley muy pequeña, porque no hay presupuesto específico para los enfermos de alzheimer; es uno más, no es un discapacitado, que tiene otro tipo de beneficios», además «se da una cantidad mínima y pasamos de personas que estaban cobrando entre 400 y 500 euros a cobrar algo más de 100». Este, explica, «es uno de los problemas».
Los usuarios bajan de 200 a 82
Por otra parte, añade, al abrir de nuevo los centros y los servicios -tras el estado de alarma- «hemos tenido una disminución importante de solicitudes, porque hay un miedo atroz», a lo que se añade también «la situación económica de muchas familias, que no pueden permitírselo».
AFA Salamanca ha reducido a más de la mitad los usuarios que atendía en sus centros antes de la pandemia, pasando de casi 200 a los 82 actuales. En estos momentos, según su presidenta, está atendiendo a 37 personas en la residencia, frente a las 52 que tenía antes de la pandemia; y en el centro día a unas 30 personas de las 60 plazas con las que cuenta. En ayuda a domicilio hay 12 personas, una cifra que se mantiene.
Otro de los problemas con los que se encuentran, señala Magdalena Hernández, es que «en el momento que detectemos el más mínimo síntoma de un posible afectado, lo tenemos que mandar para casa y a los que han estado cercanos a él también; tienen que hacerse la PCR y tarda entre 3, 4, 5 y hasta 8 días. Esto está siendo una verdadera vergüenza y la situación que estamos viviendo es dramática en este sentido».
Hoy se celebra el Día Mundial del Alzheimer con una situación complicada de las AFAs para solventar los efectos de la pandemia
También se refiere a las subvenciones que recibe. «Tenemos, pero algunas nos las hemos cobrado todavía, con lo cual mantenemos el personal que teníamos y los servicios que teníamos con mínimos ingresos». En este sentido, aclara que «la gente se piensa que hemos disminuido el personal, pero el número de enfermos que tenemos los estamos asistiendo con bastante más personal que cuando atendíamos a casi 200». Sí ha habido una reducción de personal -ERTEs- y reducción en horarios entre un 30 y 40 por ciento, «sin embargo, todos estamos dando el 'do de pecho' y pasamos ahí las horas y el tiempo que haga falta para sacar adelante lo que fue el proyecto más importante de AFA Salamanca, la residencia y los centros de día».
Es «una especie de pescadilla que se muerde la cola que estamos sufriendo todos. La verdad es que la situación nos angustia», afirma Hernández.
En cuanto a la Gerencia de Servicios Sociales de Salamanca quiere destacar que «siempre ha estado en contacto con nosotros; está pendiente y estuvieron muy pendientes al principio y nos apoyaron y ayudaron cuando no había EPIs». Otra cosa diferente, señala, «es la burocracia, el papeleo que de forma continuada tenemos que estar haciendo, dando información y más información, los papeles, las normas, los cambios... es algo que también es una locura, porque hoy te dicen una cosa y mañana otra. Es para volverte loca, ya que administrativamente el trabajo a veces no se desenvuelve porque es muchísimo».
Este es el panorama que «nos toca vivir en el momento actual», lamenta, y añade que «nadie sabía que iba a ocurrir una cosa como esta y nadie tenía previsto lo que nos está tocando vivir». Sin embargo, la AFA salmantina está, dentro de lo que cabe, «teniendo bastante suerte», ya que en Castilla y León «muchos centros han reabierto y han tenido que cerrar y otros lo van a hacer en breve; se pensaba que iba a haber demanda y es lo contrario».
Pero no solo son las asociaciones de alzheimer las que atraviesan un momento difícil, es «una situación que estamos viviendo muchas asociaciones de enfermos y hay que tener en cuenta la función que realizamos».
Por eso, demandan más apoyo, sobre todo económico. «Si desapareciéramos las asociaciones, el caos iba a ser tremendo, y puede pasar. Si desaparecemos, nosotros atendiendo a 200 personas, otras asociaciones con otras patologías atendiendo a otros tantos, si sumamos todas las patologías y las personas que atendemos, los servicios sociales y la Seguridad Social se colapsarían, sería un caos». Hernández cree que las asociaciones deberían unirse para «ver qué hacemos», pero quiere dejar claro que «todos en nuestra mente, corazón, sentimientos, lo que queremos por encima de todo es apoyarles y ayudarles (a los enfermos) y seguiremos luchando por lo mismo, porque forma parte de nuestros ideales y del motivo por el cual nos pusimos a trabajar, por ellos».
La situación por la covid «está destrozando a muchos enfermos al no tener atención, asistencia, apoyo de terapias...»
Hoy, en medio de todos estos problemas, la mayoría efectos de la pandemia de la covid-19, se celebra el Día Mundial del Alzheimer, una enfermedad que en Salamanca afecta a aproximadamente 9.000 personas, según la presidenta de AFA. «Tal y como van las cosas seremos muchos más y es otra cosa que tampoco se está contemplando, un número de enfermos muy considerable y cada día hay más». Además destaca que la situación por la covid «a muchos enfermos los está destrozando, al no tener atención, asistencia, ese apoyo de terapias y demás» ,y también «el deterioro cognitivo de todos ellos se ha notado mucho a la hora de volver» tras el estado de alarma.
«No nos podemos mantener»
Son muchos los problemas a los que se enfrentan asociaciones, enfermos y familiares. Por eso, las AFAs están manteniendo contactos para ver si realizan algún tipo de actuación. «No sé lo que haremos, pero posiblemente algo vamos a hacer, recogida de firmas, salir a la calle, reclamar que nos apoyen y ayuden, porque económicamente no nos podemos mantener», ya que «no somos una empresa, lo que recaudamos lo invertimos inmediatamente en el beneficio del enfermo; no podemos tener beneficios y si hay alguno, que rara vez lo hay, se invierte en mejorar o ampliar instalaciones, siempre en la búsqueda de la mejora del enfermo y su familia».
AFA Salamanca necesita «urgentemente» ayuda para poder solventar económicamente los efectos producidos por la covid-19. En una año en que no pueden realizar ninguna actividad, con motivo del día mundial de la enfermedad, llaman a la solidaridad de toda la población salmantina para que colabore realizando donativos a través de su página web http://www.afasalamanca.org/Colabora-AFA-Salamanca.html
Cuestación online
La cuestación online «es la única forma que se nos ha ocurrido de pedir a los salmantinos ese apoyo que siempre nos ha dado el día 21 de septiembre y que, por desgracia, este año no podemos realizar, poner las mesas en las calle es imposible». A las empresas «no se le puede pedir nada» tal y como está también su situación, «lo único que podemos pedir es un apoyo de la administración; se habla de que van a venir millones, pero no sé en qué se invertirán».
A AFA como a otras asociaciones no les queda otra que seguir luchando. «Yo no voy a tirar la toalla, lo tengo claro», afirma Magdalena Hernández, y recuerda que AFA Salamanca «sacó adelante sus proyectos porque fuimos una asociación reivindicativa; yo siempre he sido reivindicativa desde que hace 32 años empecé con esta aventura» y «seguiremos siendo reivindicativos». Sin embargo, considera que «muchas asociaciones llegó un momento en el que se acomodaron» y «siempre hay que ir a más, seguir luchando, reivindicando y buscando más apoyos y más cosas para los enfermos y familiares».