El Colegio de Abogados de Salamanca crea cuatro nuevas secciones y estrena logotipo

Modernización y una decidida apuesta por seguir impulsando su proyección en la sociedad. Estos dos ejes han vertebrado la actividad del Colegio de Abogados de Salamanca a lo largo de 2019 y por esta misma senda se encaminará a lo largo de 2020. Su decano,Eduardo Íscar, se muestra especialmente satisfecho a la hora de hacer balance del amplio elenco de acciones desarrolladas durante la pasada anualidad.

Eduardo Íscar destaca, como importante novedad del anterior ejercicio, la creación de las denominadas secciones colegiales, que ya aprobaron su reglamento y han comenzado su programación. «De las cuatro que ya están en funcionamiento, como son Derecho de Familia, Discapacidad, Derecho Concursal y Derecho y Tecnología, esperamos mucha actividad y que irrumpan con fuerza en la programación formativa del colegio, enseñando el camino a otras nuevas comisiones que puedan crearse», subraya Íscar, quien resalta que se trata de una iniciativa ya en marcha con éxito en otros colegios y que busca aumentar la participación de los colegiados en las actividades y que, por la vía de la especialización de las materias, «muchos compañeros se puedan sumar a la organización de ponencias y cursos y a profundizar en el conocimiento de áreas jurídicas concretas de su interés y que, finalmente, son puestas a disposición de todo el colectivo».

Además, otro hecho relevante fue el cambio de la imagen oficial del colegio, mediante el diseño de un nuevo logotipo para identificarlo mejor. Se trata de «una idea que fue planteada hace ya bastante tiempo, que tuvo que pasar un largo período de hibernación pero a la que, finalmente, le llegó su momento oportuno para salir adelante».El nuevo logotipo encarna «una imagen moderna, de futuro, fácil de recordar y de identificar con el Colegio de Abogados, que ha irrumpido con fuerza y con mucho éxito y que ya se ha integrado plenamente en nuestra actividad diaria», explica el decano. El proceso de selección se realizó a través de un concurso de ideas al que se presentaron unos 25 diseñadores gráficos, contándose con la ayuda de un jurado técnico muy cualificado.

Sin duda alguna, una de las prioridades del Colegio de Abogados es su Escuela de Práctica Jurídica, donde se aporta una formación esencialmente práctica para los futuros abogados mediante un título propio, que se imparte en estrecha colaboración con la USAL. Además, el centro salmantino sobresale por ser una de las pocas escuelas de estas características que hay en España que es gestionada directamente por el propio Colegio de Abogados, lo que permite dar al estudiante una formación eminentemente práctica, que engloba desde prácticas en despachos de abogados hasta simulaciones de juicios en vivo, tanto en Salamanca como en otras ciudades, como son los casos de León y Barcelona. De hecho en la ciudad condal los alumnos salmantinos tienen la oportunidad de participar en juicios simulados con jueces que están en prácticas.

Las dos finalidades de la Escuela de Práctica Jurídica consisten, por un lado, en aportar la enseñanza práctica necesaria para el ejercicio de la abogacía y, por otro, preparar a los alumnos para superar la prueba de acceso para poder ejercer la profesión, que es obligatoria. De hecho, los porcentajes de aprobados de los alumnos salmantinos en esta prueba son muy altos año tras año.