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José Javier Román Capillas posa en las dependencias del Colegio de Abogados de Salamanca. LAYA
«La asistencia jurídica gratuita es una base fundamental del Estado de Derecho»

«La asistencia jurídica gratuita es una base fundamental del Estado de Derecho»

El nuevo decano del Colegio de Abogados, José Javier Román, elogia especialmente la labor que desarrollan los letrados del turno de oficio y destaca que el Colegio vive actualmente un «momento muy ilusionante»

RICARDO RÁBADE / WORD

Domingo, 14 de marzo 2021, 11:40

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José Javier Román Capillas fue elegido nuevo decano del Colegio de Abogados de Salamanca en las urnas el 18 de diciembre y tomó posesión del puesto el pasado 18 de febrero, justo dos meses después. En esta entrevista reflexiona sobre el presente y el futuro de este colegio profesional y sobre los objetivos que quiere desarrollar su mandato.

–¿Cómo calificaría el momento que está viviendo actualmente el Colegio de Abogados?

–Desde el punto de vista colegial, como un momento muy ilusionante. Siempre que existe un cambio, se genera una expectativa; y en este caso, hemos podido sentir que nuestra elección ha producido una gran ilusión en un amplio sector de la abogacía.

Muchas compañeras y compañeros confiaron en nosotros y en nuestras propuestas en las últimas elecciones. Ahora debemos nosotros responder a su confianza y no defraudar esa gran ilusión, haciendo el trabajo para el que nos eligieron. Desde el punto de vista profesional, como un momento de importantes desafíos. El Colegio debe ser tanto un lugar de servicios como una Institución de protección para toda la profesión, y en todo ello la labor colegial es enormemente trascendental, en una profesión tan cambiante como la propia sociedad. Dentro de la prestación de servicios, además de los más básicos, es fundamental la labor de actualización de la abogacía: a las modificaciones legislativas, a los nuevos campos de actuación profesional, pero también a las nuevas habilidades necesarias para su ejercicio.

Nuestros compañeros más antiguos han pasado desde la máquina de escribir y el papel de calco, a la fotocopiadora, el fax, el ordenador, el correo electrónico, el abandono de la presentación en papel y su sustitución por el expediente digital; e incluso, actualmente, los sistemas de mensajería instantánea o las redes sociales, que no solo son tanto una forma de comunicación entre nosotros o con nuestros clientes, sino que también son fuentes de prueba que pueden cambiar sustancialmente el sentido de un procedimiento judicial, lo que hace diez años era desconocido y casi impensable.

Cuando parecía que ya no podía cambiar nada más, desde hace un año hemos vivido la transformación de las reuniones personales a las videoconferencias; y fundamentalmente, la celebración de los juicios telemáticos. En definitiva, una transformación constante y sin límites en la que el Colegio debe apoyar con medios materiales y con la prestación de formación, tanto en los cambios constantes en el Derecho, como en las nuevas habilidades profesionales.

Dentro de la protección institucional, recientemente hemos tenido ejemplos claros del mucho trabajo que un Colegio debe hacer para garantizar el ejercicio profesional en las mejores condiciones: la abogada de Cáceres, embarazada y próxima al parto, a la que un Juzgado denegó la suspensión de un juicio que estaba señalado para un día próximo a la fecha previsible de aquel parto; el compañero de Salamanca, al que un beneficiario de asistencia jurídica gratuita llegó a amenazar en el ejercicio de su función; o los profesionales que han seguido prestando sus asistencias como letrados de oficio durante la pandemia, en condiciones que ponían en riesgo su salud. En todos estos supuestos, y en muchos más que pueden darse en la práctica, el Colegio debe realizar una importante función para proteger a cada abogada y abogado en su día a día.

–¿Cuántos letrados forman parte del Colegio?

–A fecha de hoy, hay 844 colegiados ejercientes y 679 colegiados no ejercientes. En total, 1.523 colegiados.

–¿Hubo una profunda división de opiniones en las elecciones de diciembre por el hecho de presentarse dos candidaturas?

–Por nuestra parte hicimos un esfuerzo grande, pero muy satisfactorio, precisamente para conseguir aunar finalmente a la mayor parte de las sensibilidades que existían dentro del Colegio, con el fin de que tuvieran representación dentro de nuestra candidatura. Así pues, desde mi experiencia, no puedo hablar de fuerte división de opiniones, sino más bien de todo lo contrario: respeto a criterios distintos sobre la forma de actuación, pero todos ellos con el objetivo único de luchar por el bien común tanto del Colegio como de cada profesional que lo formamos; y en todo caso, con una magnífica disposición de colaborar en ese objetivo con quienes no piensan exactamente igual. Diferentes opiniones, siempre bien fundadas, expuestas de forma respetuosa, y bien encauzadas, no suponen un problema de división, sino una gran riqueza de ideas.

–¿Por qué decidió presentarse? ¿Confió en que saldría elegido?

–Decidí presentarme tras proponérmelo los compañeros que representaban a las diferentes sensibilidades que trataban de aunarse en la candidatura que finalmente encabecé, Yo ya llevaba trabajando en los últimos 4 años dentro de la Junta de Gobierno, y los compañeros entendieron que eso podría ser un valor importante para asumir ahora la responsabilidad máxima como decano. Creo que había compañeras y compañeros enormemente válidos que podrían haber encabezado la candidatura, así que fue un orgullo, profesional y personal, que ellos confiasen en mí para esta aventura. Cuando decidimos dar el paso adelante, lo hicimos, sobre todo, con el deseo de formar un equipo fuerte y elaborar un programa de trabajo ilusionante. Por eso no se trataba tanto de que yo confiase en salir elegido. Lo realmente importante era ser capaces de ofrecer el proyecto que necesitaba el Colegio, para que los colegiados confiasen en él.

Objetivos

–¿Cuáles son los grandes objetivos que se marca para su gestión al frente del Colegio?

–Por un lado, promover la participación colectiva de todos los colegiados, tanto en la Junta General para decidir sobre todos los asuntos fundamentales de nuestro colectivo, como en los diferentes organismos colegiales para aportar lo mejor de cada uno al funcionamiento del Colegio. Por otro, impulsar la transparencia y la cercanía de la Junta de Gobierno, para responder a la confianza que los colegiados han depositado en ella, así como el buen gobierno en la organización y en el trabajo colegial, para conseguir un Colegio más eficaz, hacia los colegiados y hacia la sociedad.

También defendemos una defensa firme y decidida de los colegiados en el ejercicio profesional, a través de un amparo colegial decidido y completo, así como la adaptación de este amparo general a las particularidades del turno de oficio, luchando por el reconocimiento debido y el respeto a la actuación del abogado como función pública, y a que la retribución sea adecuada a todo el trabajo desarrollado, y se realice de forma puntual.

Otro objetivo es programar y ofrecer una formación continuada calidad y utilidad práctica, ajustada a las necesidades de cada momento, y con todas las garantías en su prestación y acreditación.Además, otro objetivo consiste en un apoyo colegial máximo a los nuevos colegiados, mediante formaciones específicamente diseñadas para sus necesidades, tutorización por despachos ya consolidados que les sirvan de referencia y les ayuden en su aprendizaje práctico inicial, y estímulo de su participación dentro del Colegio, para que puedan sentirlo como propio desde el principio.

Hay más objetivos, como la agilización del ejercicio profesional, salvando desde el Colegio las mayores dificultades que cada profesional individual tenemos en nuestro trabajo diario, mediante continuo contacto colaborativo con órganos judiciales, fiscalía, y administraciones públicas, así como la firma de convenios y la elaboración de protocolos. También apostamos por el desarrollo de la FundaciónTorre del Clavero, con un trabajado adecuado a la altura del gran proyecto que constituye.

El decano, acompañado por los miembros de la Junta de Gobierno del Colegio de Abogados.
El decano, acompañado por los miembros de la Junta de Gobierno del Colegio de Abogados. WORD

–Imagino que es muy importante contar con un equipo de gobierno con el que sintonice y le apoye... ¿Qué nos puede decir de su equipo?

–Son compañeros muy preparados, trabajadores y muy ilusionados por el reto que tenemos por delante. Además representan a todos los sectores del Colegio: jóvenes, menos jóvenes, comprometidos con la igualdad, más o menos conservadores,… la mayoría de los compañeros se sienten identificados, al menos con uno de ellos, y eso es fundamental.

Apertura

–¿Cree que el Colegio de Abogados está suficientemente abierto a la sociedad salmantina?

–Decididamente sí. No solo eso, sino que creo que el Colegio forma parte fundamental de la sociedad salmantina.

Solo estando completamente abiertos podemos prestar los servicios tan fundamentales y cercanos para la ciudadanía como el de Orientación y Atención Jurídica a la población general, los de Orientación y Atención Jurídica específicos para personas mayores y para población reclusa, los de Atención a las Víctimas de Agresiones Sexuales y de Violencia Doméstica, o los de Mediación y de Arbitraje, entre otros que existen a disposición de la ciudadanía. Además de todo ello, estoy seguro de que cualquier ciudadano que se acerque al Colegio, podrá dar fe de un trato cercano, y de una disposición permanente para prestarle la ayuda que necesite, tanto por parte del personal del propio Colegio, como por los profesionales que se le acaben asignando en su caso.

–¿Cómo piensa potenciar la Escuela de Práctica Jurídica?... ¿Qué tal está funcionando la colaboración con la USAL?

–La colaboración con la Universidad de Salamanca tiene ya una dilatada trayectoria, y hasta ahora ha sido satisfactoria y fructífera, creo que para ambas partes. Además, es una colaboración imprescindible, ya que representa los dos componentes esenciales de nuestra profesión, que requiere tanto una sólida formación teórica que además está en constante cambio y evolución, como la adaptación permanente al trabajo práctico y a las circunstancias que impone el día a día.

Por lo tanto, mi proyecto para la Escuela de Práctica Jurídica implica conservar lo mucho bueno que se ha conseguido durante años, y continuar trabajando en la más completa coordinación con la Universidad de Salamanca para realizar las adaptaciones, modificaciones o innovaciones que requiera la Escuela desde este momento y en lo sucesivo, para que cumpla su importante función formativa de la manera más perfecta.

–¿Cómo debería impulsarse la Fundación Torre del Clavero?

–La Fundación Torre del Clavero es una de las líneas fundamentales de mi programa como decano, como indiqué en una pregunta anterior. Constituye un gran instrumento, con amplias y diversas posibilidades que creo que es necesario desarrollar. Éste será uno de los campos en los que potenciaremos la participación activa y directa de los colegiados, solicitándoles proyectos dirigidos a cumplir los ambiciosos objetivos de la Fundación hacia el Colegio y hacia la sociedad salmantina.

–Imagino que para el Colegio resulta muy importante la defensa de la justicia gratuita... ¿Cree que se está potenciando firmemente desde las autoridades?... ¿El trato que reciben los letrados del turno de oficio es el adecuado?

–La asistencia jurídica gratuita es una de las bases fundamentales de nuestro Estado de Derecho. El acceso a la Justicia es un derecho fundamental reconocido en la Constitución. Pero solo será real y efectivo si ese acceso es igual para todas las personas, con independencia de sus condiciones económicas. Por ello, en tanto en cuanto creemos firmemente en la Justicia, debemos defender la asistencia jurídica gratuita, como puerta de entrada general para todos.

El sistema de asistencia jurídica gratuita, sin embargo, está sostenido casi en su totalidad por el trabajo y el esfuerzo de los profesionales que lo prestamos, y que nos comprometemos de manera personal, y casi podría decir que idealista, en esta parte de nuestro ejercicio.

Creo que es momento de reconocer la labor y el compromiso a los letrados de turno de oficio, y de hacerlo no solo socialmente, sino legalmente y de forma práctica. En esta misma semana ha sido aprobado un nuevo Reglamento de Justicia Gratuita que supone un avance. Pero aún hay mucho trabajo por hacer, tanto a nivel normativo, como en la práctica del día a día. En este sentido, las dos líneas fundamentales deben ser el trato profesional, y la retribución de las actuaciones. Un servicio tan esencial para la sociedad no puede recaer casi en exclusiva en el enorme compromiso de los letrados que lo prestan.

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