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Ofrenda floral del alcalde y de un hijo del alcalde fusilado en el año 1936.
Ciudad Rodrigo apela a la reconciliación en el homenaje a la corporación de 1936

Ciudad Rodrigo apela a la reconciliación en el homenaje a la corporación de 1936

Once integrantes de la Comisión Gestora fueron represaliados con su alcalde a la cabeza

Silvia G. Rojo

Miércoles, 31 de agosto 2016, 12:02

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La fecha no fue elegida al azar, al contrario, estaba cargada de simbolismo. Tal día como ayer de hace exactamente 80 años eran fusilados en las tapias del cementerio de Salamanca el que fuera alcalde de Ciudad Rodrigo, Manuel Germán Nicolás Martín Cascón, y su compañero corporativo, el sastre Aquilino Macario Moro Ledesma, el primero de Izquierda Republicana y el segundo representante de la Unión Republicana. Y fue ayer cuando el Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo quiso rendir homenaje a todas esas personas que de una u otra forma sufrieron la represión franquista.

De manera detallada, el propio alcalde de Ciudad Rodrigo, Juan Tomás Muñoz, se encargó de recordar el nombre de los otros miembros de la gestora que corrieron la misma suerte pues tan solo Ángel Herrero Cascón, que padecía una grave enfermedad, moriría de muerte natural. El resto de esos cargos fueron represaliados, empezando por el bodeguero, Eugenio Cerezo Hernández, de 39 años, fusilado el 11 de agosto de 1936; y concluyendo con el orensano Ángel López Delgado, comerciante ambulante y militante del Partido Socialista, ejecutado en junio de 1937. A esa lista hay que añadir los nombres de Ángel Grimaldos Múgica y Manuel Martín Cascón en representación de Izquierda Republicana; Aquilino Moro Ledesma, del partido Unión Republicana; mientras que el resto de miembros de la gestora representaban al Partido Socialista Obrero Español, cuyos nombres eran Pablo Santos Sánchez, Victoriano García Hernández, Francisco Oliva Pastor y Santiago González de la Iglesia. En total, 11 concejales.

Juan Tomás Muñoz, justificó el sentido del acto que pretendía «favorecer un mensaje de reconciliación, no de rencor, como algunos, tal vez asentados en ese rencor, intentan que prevalezca». En un primer momento de esta conmemoración, además del primer edil, intervinieron el resto de portavoces de los grupos con representación municipal y posteriormente, en la avenida de Arcachón, se produjo la disertación del estudioso Ángel Iglesias Ovejero y de familiares de los represaliados, para concluir con una ofrenda floral y un concierto.

El portavoz de Izquierda Unida, Domingo Benito, insistió en que el homenaje era para «la Corporación Municipal asesinada en los años de la represión que coincidieron con la Guerra Civil, pero también al conjunto de la población mirobrigense que fue represaliada de múltiples maneras durante los años siguientes por parte de un régimen, el franquista, que demostró ser inflexible y criminal».

En su intervención, el portavoz de Ciudadanos, Joaquín Pellicer, apuntó que se trataba de «un acto simbólico y emocional para cerrar en términos de justicia un episodio de la historia, apostando por la convivencia, la fraternización y el futuro, ya que, la lucha por este, nos hará fuertes si reconocemos y homenajeamos a los que nos precedieron y perdieron la vida en esta labor».

En el caso del portavoz socialista, Carlos Fernández Chanca, utilizó los mismos argumentos: «No buscamos la confrontación o levantar viejas heridas, como nos dicen los que se oponen a este tipo de actos, sino simplemente un acto de justicia; ¿tarde?, quizá, pero 80 años después sus nombres pasarán de las actas a este sencillo recordatorio para que miremos todos al futuro».

Por último, la portavoz del grupo municipal del Partido Popular, Carolina Paniagua, manifestó que «nunca los ideales políticos o las creencias religiosas debieron enarbolarse como excusa para cometer tropelías de todo tipo, como sucedió con los integrantes de la Corporación municipal que homenajeamos».

El salón de sesiones se llenó de público y entre los presentes se apreció a familiares de los represaliados, a algún alcalde de la zona o a Julio Anguita.

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