El viento sopla en contra del Promesas

No estuvo cómodo el Promesas en esos primeros 45 minutos. Bien por el viento en contra, por las bajas que tenía el equipo o bien porque el rival salió con más brío, los locales no pudieron desarrollar su juego ante un rival que tenía las ideas más claras de lo que tenía que hacer ya desde el inicio y que avisó en los primeros compases con un lanzamiento lejano de Jorge intentando sorprender al guardameta Aceves, que reaccionó a tiempo.

El visitante Isi Ros fue una auténtica pesadilla para la zaga del Promesas. Avisó en dos internadas con un par de centro en los que tuvo que intervenir Aceves, y en la tercera no falló. Volvió a desbordar por su banda izquierda y encontró un buen socio en su compañero Jorge, que de tiro cruzado batió a Aceves. 0-1 y apenas se habían disputado diez minutos de partido. Antes lo había intentado Maroto, pero su lanzamiento lo atrapó con seguridad el meta Davo.

Tenía muchos problemas el conjunto de Baptista para salir con el balón ante la presión del Avilés Industrial. Tan solo un lanzamiento de Pozo, quien tras un gran control trató de buscar la escuadra, aunque el balón saló muy desviado, fue de lo más destacado en ataque en esa primera parte en la que el Promesas no estaba nada cómodo, aunque por lo menos en la recta final, había conseguido frenar las internadas del Avilés.

En la segunda, Julio Baptista decidió que había que intentar variar el rumbo del partido y realizó un triple cambio tras el descanso, dando entrada a Mikel Carro, Koke y a Fran Rivera. Y surtió efecto. La decoración cambió por completo con un Promesas que realizó su mejor juego, llevando peligro al área del Avilés, buscando el tanto del empate. Lo puso conseguir en un remate de Arroyo que salvó con el pie Davo. Era otra historia.

Pero lo que es el fútbol. Cuando mejor estaba el Promesas llegaron los dos zarpazos del Avilés Industrial, en dos fallos defensivos de los vallisoletanos casi consecutivos. Alorda aprovechó un barullo en el área de Aceves ante una defensa que no acertó a despejar el balón para conseguir el segundo, mientras que instantes después fue Isi Ros (el mejor jugador de los visitantes) logró el tercero dentro del área pequeña.

Quedaba más de media hora de partido, pero ya estaba más que decidido. Esos dos goles fueron una losa muy pesada de levantar, pero aún así el Promesas quería irse con otra sensación y trató al menos de acortar distancias, como en un cabezazo de Arroyo, que se marchó fuera por muy poco, o la de Slavy, ya en la recta final. También pudo conseguir el Avilés el cuarto en una contra de Isi Ros, que pasó a su compañero Natalio, pero el remate del jugador del Avilés se marchó fuera por muy poco cuando lo tenía todo a su favor.