Las amarillas condenan a Mesa: «Me siento mal por perjudicar al equipo en ese sentido»
El centrocampista se perdió el partido ante la Real Sociedad B por cumplir su tercer ciclo de amonestaciones en lo que va de temporada, pero ante el Eibar volverá a ocupar su sitio en el once
Roque Mesa es como el timón de un barco, aquel que dirige el trayecto. Desde el medio del campo, el canario distribuye el juego del Real Valladolid, controla el balón y ve jugadas que solo puede ver él. Pero si hay cosas que perjudican al centrocampista canario son las amonestaciones. En su personalidad está envuelto un carácter fuerte que no se merma ante las injusticias. Un temperamento que busca defender y explicar ciertas acciones que el árbitro no ve así. En la selva, el rugido del león impone y somete, pero en la cancha el grito del futbolista recibe un castigo. Roque Mesa es el jugador más amonestado de LaLiga Smartbank. En Anduva las discrepancias con el árbitro produjeron que el canario viera la decimoquinta tarjeta en lo que va de temporada. No pudo estar en el último partido en el José Zorrilla ante la Real Sociedad B al cumplir su tercer ciclo de amonestaciones. «Es una parte del juego que tengo que mejorar, lo vivo intensamente, con mucha pasión. Me pierde el hablar, también hago faltas innecesarias. Tengo que mejorar y me siento mal por perjudicar al equipo en ese sentido», comentó el centrocampista que se ha perdido tres partidos por esas infracciones.
Su ausencia en el partido ante el filial donostiarra fue notoria. El partido requería del mejor Roque Mesa para desatascar el duelo e imponer la garra que faltó. «Fue un palo duro, realmente contábamos con esos tres puntos, pero esto es fútbol y sabemos lo complicado que es la Segunda División. Nosotros no esperábamos perder y otros muchos equipos de la categoría tampoco esperaban que perdiéramos ante un equipo que quizás no se lo mereciera. En Mirandés ganamos y no lo merecimos», agregó Roque quien comenta que después del batacazo «estuvieron fastidiados, al día siguiente también, pero a partir del martes tienen que recuperarse porque «viene otra batalla y hay que ir a por los tres puntos».
Las esperanzas por lograr el ascenso directo, aunque sea una tarea difícil, pasan por ganar al Eibar en Ipurua. Un campo prácticamente inexpugnable donde se ha cimentado la buena temporada del conjunto armero. El Real Valladolid ha dejado de tener en sus manos la posibilidad de alcanzar los puestos de ascenso directo y tendrá que cruzar los dedos para que el Almería o Eibar tropiecen en dos de los cuatro duelos que les esperan. «Una de las cosas por las que queremos ganar es para luchar por el ascenso directo. Si ganamos en Ipurua las cosas se verán diferentes, hay muchos puntos en juego y equipos que se juegan muchas cosas tanto en la parte alta como en la parte baja de la clasificación. Todavía no está decidido. Tenemos que ganar allí y pensar en nosotros, tenemos que conseguir los 12 puntos que quedan».
Roque no pierde la esperanza de ascender por la vía rápida y considera que la clave es pensar en el equipo. «Si ganamos estos cuatro partidos puede pasar cosas. No vamos a dar por perdido nada, si no ascendemos directamente, estaremos en el 'play off' si Dios quiere y conseguir el objetivo como sea tanto directo como 'play off'»
El Real Valladolid sabe que tendrá enfrente a un líder imponente, que contará con el empuje de los suyos. «Sabemos que es un equipo competitivo y no necesita jugar mucho para generar ocasiones. Ha ganado partidos que quizás no merecía, pero te los gana porque tiene pegada arriba. Son peligrosos cuando recuperan la pelota y ponen centros laterales, en eso vamos a tener que estar atentos. Tenemos que ir con la idea de tener la pelota y ser protagonista», expuso.
El centrocampista canario defiende el sistema impuesto por Pacheta. El 4-3-3 del que tanto se está poniendo en juicio. «Es perfecto. Tenemos más posesión de balón en el medio del campo. Creo que nos ha ido bien, generamos bastantes ocasiones. El hecho de tener tres mediocentros hace que tengamos más posesión de balón. El 4-4-2 es parecido porque también se meten futbolistas por detrás. El sistema es perfecto, generamos ocasiones que es lo importante. Contra el Mirandés no estuvimos bien, pero en el resto de partidos como Almería o Málaga no ganas, pero creas ocasiones y pisas bastante el área», explicó el canario que reveló que en ambos sistemas se encuentra «cómodo».
Por último, habló de los malos resultados que el Real Valladolid está cosechando en casa. La fortaleza de Zorrilla se está diluyendo en el tramo final de la competición cuando más se requiere. En los últimos cuatro partidos disputados en el feudo blanquivioleta, el Real Valladolid solo ha cosechado una victoria y un empate. Para el canario «no hay un motivo» que explique por qué pasa esto. «Llevábamos una gran dinámica en casa ganando casi todos los partidos, pero ahora los equipos empiezan a jugar muchas cosas. Cuando se pierde sabemos que no estamos haciendo las cosas bien, independientemente si es en casa o fuera. Se pierde porque el otro equipo ha hecho cosas mejores. No ganar en Zorrilla es doloroso porque queremos que la gente se vaya contenta a casa».