El Real Valladolid gana al Burgos en los penaltis en la Copa Amistad

Una idea para contribuir a fomentar esos valores deportivos que siempre deben estar presentes aunque cada uno apoye a su equipo, aunque uno gane y otro pierda. Y luego está el componente deportivo, el de las conclusiones que saquen los técnicos, que para eso están este tipo de encuentros veraniegos. Y viendo el partido, serán unas cuantas.

Un derbi es un derbi. El partido se decidió en la tanda de penaltis tras terminar con empate a uno en el marcador, un partido con un periodo para cada equipo. Fue mejor el Real Valladolid en la primera parte, en la que pudo irse al descanso con una amplia ventaja, mientras que en la segunda fue el Burgos el que estuvo mejor situado y logró empatar.

Pezzolano, de inicio, apostó por casi el mismo once que jugó de inicio en Segovia, con un único cambio, el del canterano Chuki por Monchu. Precisamente Monchu ha sido noticia en estos últimos días por una posible oferta del conjunto griego del Aris de Salónica. ¿Casualidad que no saliera en el once inicial? Puede que también el técnico lo tuviera contemplado en sus planes...

La tranquilidad reinaba en esos primeros instantes, alterada solo en los primeros segundos por un golpe que recibió Moro, sin consecuencias para el jugador blanquivioleta, con un Burgos que planteó una defensa adelantada, aunque poco a poco el Real Valladolid fue imponiendo su ley. También era lo que se esperaba en un principio.

Esa ley se fue traduciendo en peligro. Chuki, muy activo en esta fase, y uno de los destacados, junto a Raúl Moro, un quebradero de cabeza para su marcador, aunque fue el canterano el que hizo lucirse a Cantero, el portero del conjunto burgalés. El meta volvió a ser protagonista en más acciones de ataque. Llegaba con claridad el conjunto de Pezzolano que empezaba a a desesperarse porque el guardameta Cantero empezaba a erigirse como el mejor del partido. El Pucela ponía las ocasiones, controlaba el balón, dominaba, pero el marcador seguía cero a cero porque el Burgos aguantaba bien en defensa. Aún así no estaría de más que los jugadores del conjunto vallisoletano ajustasen el punto de mira.

No es que fuera un choque emocionante, tampoco se puede pedir mucho en este mes de julio, con los equipos poniéndose a punto en sus pretemporadas: el ritmo era lento y puede que el calor tuviera mucho que ver. Lo que se agradecía la pausa de hidratación....

Los aplausos de esta primera parte se los llevó precisamente el portero del Burgos. Cantero sacó una mano prodigiosa a un remate de cabeza de Tunde, evitando que el conjunto de Pezzolano se pusiera por delante en el marcador. En un partido de irse tranquilamente al descanso con una cómoda ventaja de dos, tres goles, y dedicarse a realizar más pruebas, el calor se traducía en sequía... de goles. Pero tanto fue el cántaro a la fuente, que se hizo añicos con el gol de Luis Pérez poco antes de llegarse al descanso. La amistad (deportiva) reflejada en esa igualdad, duró 44 minutos. Y puesto que era la Copa Amistad, también el árbitro quiso poner su granito de arena. Ni una tarjeta amarilla en esta primera parte a la que se llegó con esa ventaja del Pucela. Aún así, resultado corto.

En la reanudación, Pezzolano hizo una variación táctica. Retrasó a Cömert a la posición de central, con Juric por delante de los centrales. También dio entrada a Amallah y Amath. Pero fue el Burgos el que salió mejor al campo. Le sentaron bien los cambios. Y en cuatro minutos fueron capaces de producir más en ataque que en toda la primera parte. Tanto que lograron empatar el choque por medio de Álex. Salieron con más bríos y lograron su recompensa.

Lo que no había pasado en la primera parte, el Real Valladolid empezaba a preocuparse más de los delanteros del Burgos, que empezaban a dar más problemas a la zaga blanquivioleta. A la media hora y tras la pausa de hidratación, Pezzolano introdujo más cambios, aunque no contó con Monchu; tampoco con Iván Sánchez.

Y viendo que podía hacer daño, el Burgos intentaba llevar peligro a la meta defendida en esa fase por Rafús, aunque daño se hizo Atienza en una caída fea. Fue lo peor. Tuvo que retirarse del campo entre aplausos pero con gestos de dolor y con el hombro inmovilizado. No pudo continuar, dejando a su equipo en esos momentos con diez. Y con diez jugadores afrontó el Burgos los últimos diez minutos de partido ante un Pucela que buscaba el tanto de la victoria, como en un lanzamiento de Chasco, que salió fuera por poco. Si entra, es el gol de la pretemporada...

Y como era la Copa Amistad, Pezzolano quiso tener el detalle de jugar en igualdad ante el Burgos y retiró a Arnu del terreno de juego para afrontar diez contra diez esos últimos instantes, con empate a uno en el marcador. El partido iba camino de los penaltis, como así estaba pactado, si nadie lo remediaba. Ni siquiera en una falta directa que lanzó Amallah, que se fue alta. Nada que ver con la imagen de la primera parte.

En la tanda de penaltis, por el Real Valladolid marcaron Amallah, De la Hoz, Juric, Biuk y Amath el último y definitivo. Por el Burgos marcaron Curro, David, pero falló Hernáiz el tercer lanzamiento. Lo mandó fuera. También anotó Hugo. Amath puso el 5-3 y el Real Valladolid salió airoso de este segundo compromiso veraniego, aunque mucho va a tener que mejorar, seguramente cuando lleguen los nuevos fichajes.