Raúl Carnero, el hombre feliz por volver a jugar en el Real Valladolid
El lateral revela que en ningún momento se planteó colgar las botas tras sufrir su grave lesión en la rodilla izquierda
«Feliz», fue, sin duda, la palabra más repetida por Raúl García Carnero en la rueda de prensa de este miércoles. «Estoy muy feliz después de tanto tiempo sin poder jugar los 90 minutos. Estoy muy feliz y agradecido por el trabajo de los médicos y el apoyo de mis compañeros y cuerpo técnico que me hicieron más fácil este trayecto y muy feliz por aportar al equipo que es lo importante».
El lateral izquierdo volvió a vestirse de corto para 'redebutar' en competición liguera después de más de 14 meses. Lo hizo en un partido crucial para los intereses del Real Valladolid, ante un Tenerife que plasmó desde el inicio un ritmo vertiginoso e intenso. Ante la ausencia de Nacho Martínez por coronavirus, Pacheta apostó por Raúl Carnero para ocupar la banda izquierda. Tanto le gusto al burgalés su actuación que le premió con completar el partido. Al principio Carnero se encontró «más nervioso de lo normal» , pero a medida que transcurrió el partido se fue encontrando mejor. «Fui de menos a más, en la línea del equipo. Acabé muy cansado, el cuerpo lo nota, pero me vi bien, con ganas de seguir creciendo», apuntó. Y hasta se convirtió en asistente del gol de Javi Sánchez con un medido centro.
El lateral gallego sufrió una lesión articular en la rodilla izquierda. Decidió entonces someterse a un tratamiento conservador, cuya evolución no fue satisfactoria, lo que le obligó a pasar por el quirófano en tres ocasiones. Un proceso que le llevó a estar un año sin poder competir. En esos meses de incertidumbre, Carnero no pensó en colgar las botas. «Cuando me iban a operar me explicaron el proceso de grado en el que estaba y me dicen que puede ser el final. En ningún momento lo pensé, la idea era trabajar día a día.», afirma el lateral, quien tuvo que reponerse a varios contratiempos como una lesión en el recto anterior izquierdo o dar positivo en covid-19. Por ello, valoró la importancia del trabajo psicológico. «Hay días en los que crees que no vas a salir adelante y otros en los que puedes salir al campo. Me centré en objetivos cortos y no pensar a largo plazo, eso me ha llevado a estar aquí», recalcó.
Hace unos meses Carnero veía difícil pelear por la titularidad. La salida de Lucas Olaza en el mercado invernal con destino a Elche y la buena actuación del lateral gallego en Tenerife hace que esa posibilidad, que se veía lejana, esté un poco más cerca. Aunque Carnero prefiere no pensarlo mucho. «En mi mano está salir al campo por la mañana y entrenar a tope, luego es el míster el que decide. Me estoy encontrando cada vez mejor, eso hace que entrenando a este nivel haya más competencia. Es algo que es bueno para el equipo, el problema lo tendrá el entrenador cuando tenga que hacer el once», recalcó.
El Real Valladolid ha mejorado su rendimiento en los últimos partidos a domicilio. Un aspecto que, sumado a sus buenos resultados en el José Zorrilla, hace que le coloquen como aspirante al ascenso directo. Sobre ello, Carnero manifestó que su filosofía es la de «preparar cada partido y no ver más allá». «El equipo está a un nivel alto, pero con los pies en el suelo. No nos podemos despistar, tenemos que seguir con esa humildad que tenemos y ese trabajo que venimos haciendo».
Ahora, las miradas están puestas en el Real Oviedo, un rival «duro, con un gran equipo», pero los blanquivioletas lo están preparando «de la mejor manera posible para seguir en esta línea, que es la correcta». Más de 1.200 aficionados blanquivioletas se desplazarán al Carlos Tartiere y su aliento será fundamental para «ayudar al equipo».
