Pesadilla en la defensa del Real Valladolid

Sin Javi Sánchez, el Real Valladolid se vio obligado a jugar el pasado domingo de inicio con la pareja Cömert-Cenk, un dúo que ya había compartido titularidad en siete partidos ligueros con el Valencia en la campaña 2022-2023, con un balance previo con el conjunto che de dos victorias (ante Betis y Real Madrid, ambas en Mestalla) y cinco derrotas (una de ellas frente al Real Valladolid en Zorrilla, con gol de Cyle Larin a última hora).

En Balaídos, Cömert no fue capaz de evitar el pase de Durán sobre Hugo Álvarez dentro del área que acabó con el 1-0 para el Celta tras un caño a Luis Pérez. A ese remate final del carrilero no llegó Cenk, que andaba pendiente del marcaje sobre Borja Iglesias para evitar un posible pase sobre el 'nueve'.

En el 2-0, Cenk también mantenía la marca sobre 'El Panda' con la defensa blanquivioleta muy adelantada. El problema en este gol llegó con pase de Hugo Álvarez sobre Iago Aspas en el hueco abierto entre Kike Pérez y Luis Pérez. El extremo celeste se coló como un cuchillo entre Cömert (al que arrastró Pablo Durán para ampliar el espacio en una acción táctica habitual en el Celta) y Cenk, que llegó tarde a la acción, y fue superado con mucha facilidad. Aspas soltó un duro disparo, repelido en primera instancia por Karl Hein. El rechace quedó centrado y Borja Iglesias no tuvo problemas para superar a Lucas Rosa, que había 'heredado' la marca inicial de Cenk sobre él. 'El Panda' marcó el 2-0 de cabeza sin problemas.

El Celta intentó 14 disparos ante el Pucela, de los cuales nueve fueron a portería (Hein efectuó seis paradas), en otra muestra de las dificultades que empieza a presentar este Real Valladolid para contener los ataques rivales. Además, doce de esos lanzamientos celestes se produjeron dentro del área blanquivioleta.

Sin embargo, los cambios acometidos al inicio de la segunda parte propulsaron al Pucela hacia arriba y frenaron temporalmente la sangría atrás. En la primera parte, el Real Valladolid recibió siete lanzamientos. En la segunda, Cenk y Cömert se vieron menos expuestos y, durante el tiempo que ambos estuvieron juntos en esta segunda mitad, sólo se contabilizó un disparo de Hugo Álvarez en el minuto 46, antes del gol de Raúl Moro que redujo las diferencias en el marcador. Los problemas se acrecentaron para el Real Valladolid a partir del minuto 62, cuando Eray Cömert sufrió un latigazo en la pierna izquierda al golpear un balón, signo indudable de lesión muscular, y tuvo que retirarse (el central ya había sido atendido en el minuto 11, pero en la rodilla derecha).

Pezzolano dejó claro que la opción natural para suplir a Cömert no le satisfacía. En el banquillo esperaba el central vallisoletano David Torres, pero el entrenador blanquivioleta optó por introducir en el campo a un mediocentro defensivo como Stanko Juric. Con la pareja Juric-Cenk en el eje de la zaga, el Celta volvió a intensificar el fuego ofensivo, con seis disparos más entre los minutos 72 y 96, incluido el que certificó el 3-1 final que evitó cualquier conato de remontada pucelana.

En ese tercer gol del Celta se comprobó cómo Juric abandonó la muy adelantada línea defensiva blanquivioleta hasta casi tocar la cal del círculo central. Los vigueses ya estaban armando su jugada de ataque. Esta vez fue Douvikas el que aprovechó el espacio en la zaga para recibir el pase de Iago Aspas, ganarle la espalda a un despistado Cenk (que perdió la referencia del delantero griego) y plantarse ante Hein. Juric no llegó a tiempo para corregir el desajuste al estar más adelantado desde el inicio de la acción ofensiva del Celta, en otra muestra de desorden táctico. En ese momento, el Pucela ya jugaba con diez por la expulsión de Mario Martín.

El Real Valladolid ha recibido diez goles en los dos últimos partidos (ante FC Barcelona y Celta), una vez traspasado Enzo Boyomo a Osasuna. Previamente, y con el central camerunés aún en la plantilla, sólo había encajado tres en tres encuentros (todos durante la segunda parte frente al Real Madrid en el Santiago Bernabéu), con sendas porterías a cero en Zorrilla contra el Espanyol (1-0) y Leganés (0-0). Estas cifras globales sitúan al Pucela como el conjunto más goleado en las cinco primeras jornadas de Liga (13 tantos recibidos) y con el peor diferencial goles (-11). La pesadilla puede aumentar en un cargado final mes de septiembre si se prolongan las lesiones de Javi Sánchez y Eray Cömert.

Adicionalmente, Pezzolano no podrá contar con el mediocentro defensivo Mario Martín el próximo sábado ante la Real Sociedad en Zorrilla, ya que fue expulsado ante el Celta por roja directa. En condiciones normales, ese puesto de pivote volvería a Stanko Juric, pero habrá que comprobar si el entrenador decide que el serbio continúe como posible defensa central, a pesar de las costuras mostradas en Vigo. El abanico se abriría entonces para César de la Hoz en la medular, aunque el centrocampista cántabro, el más veterano de la plantilla a sus 32 años, aún no ha disputado un solo minuto este campaña.