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Uno de los dos recintos de hierba sintética de los Campos Anexos del estadio José Zorrilla.
El problema del césped artificial

El problema del césped artificial

Expertos en medicina deportiva señalan que jugar en esta superficie en mal estado multiplica por cinco el riesgo de lesiones

césar r. cabrillo

Martes, 5 de abril 2016, 04:50

Desde la temporada pasada, coincidiendo con el ascenso del Real Valladolid B a Segunda División B, muchos equipos se quejan por tener que jugar sobre el césped artificial de los Anexos. En esta categoría, muchos de los rivales del filial pucelano disputan sus partidos sobre césped natural, pero por suerte o por desgracia para los jugadores del segundo equipo blanquivioleta no siempre pueden disponer del uso del campo de hierba natural de los Anexos al Estadio Zorrilla.

Aunque realmente el problema no se halla en jugar o no sobre esta superficie, sino en el estado de la misma. Los campos de hierba artificial de los Anexos se inauguraron en abril de 2001 y febrero de 2002 y a pesar de los cuidados que tienen se encuentran en muy mal estado ya y ello provoca el descontento por parte de los rivales, pues sus jugadores corren mayor peligro de lesionarse.

«Normalmente los campos de césped artificial no se cuidan como deberían y eso hace que sus prestaciones bajen. Si no riegas el campo, no repones el caucho y dejas que se compacte, al final el futbolista está pisando con sus tacos el asfalto. El caucho sirve como amortiguador entre el césped y el asfalto», dice José Antonio Tejero, responsable comercial de Corvigrass, una empresa que se dedica a la instalación de esta superficie.

Aproximadamente, la vida de un campo de césped artificial esta entre 6 y 12 años. Así que los campos de los Anexos, que tienen ya unos 15 años, piden a gritos un recambio. «He podido ver de cerca el estado del césped en el que juega el Real Valladolid B y es necesario reponerlo. Está muy desgastado», afirma José Antonio Tejero.

Lo cierto es que desde la temporada 2014/15 el club pucelano trabaja para cambiar y mejorar las instalaciones sobre las que entrenan el filial y el resto de equipos de la cantera que conforman el Real Valladolid. Ahora en 2016 ese cambio aun no se ha realizado, pues se espera a que la Diputación de Valladolid le dé una subvención cercana a los 70.000 euros para poder acometer la inversión de renovar el césped de los Anexos. «Está parado. Seguimos esperando la subvención de la Diputación. En cuanto la recibamos comenzaremos a trabajar. Esperamos que en verano empiecen las reformas, pero por el momento tenemos que esperar», comenta Jorge Santiago, director de operaciones del Real Valladolid y la persona que se ha encargado de recabar información, con el fin de encontrar la mejor oferta en el mercado

Desde que comenzó a trabajar en ello se ha vuelto casi un experto en lo relacionado con el césped natural. «La hierba artificial ha mejorado mucho. Cada fibra se dividía en tres y ahora es una sola, con forma de U y con uno o dos nervios en el medio de cada pelo. Eso hace que la fibra se recupere mucho mejor y que casi siempre esté de pie. Con los anteriores sistemas, terminaba por peinarse, por aplastarse. Se puede ver en casi todos los campos de Valladolid, que tienen más de diez años de antigüedad. Los nuevos son mucho menos abrasivos y se tiende a un tono de verde cada vez más natural», asevera el director de operaciones del Real Valladolid.

De igual manera opina el director comercial de Corvigrass: «Los campos de hierba artificial han evolucionado mucho. Para equipos de nivel, como el Real Valladolid, nosotros tratamos de instalar césped de gran calidad, homologado por la FIFA y en el que podrían jugar equipos de Primera División».

La inversión que la entidad pucelana tiene en mente para la renovación de los campos de los Anexos se aproxima a los 250.000 euros. José Antonio Tejero cuenta que el coste de un campo que pueda cubrir las necesidades del Real Valladolid puede estar entre los 130.000 y 170.000 euros, dependiendo de la calidad del césped.

Además, como experto en instalar este tipo de superficies y haber jugado al fútbol durante muchos años recomienda lo siguiente: «Estos campos deberían tener más mantenimiento, pues en muchas ocasiones se corre el riesgo de que los jugadores tengan lesiones en el tobillo o la rodilla a causa de un mala pisada. Para los chicos que estén empezando recomiendo que usen botas con multitacos porque no se clavan con el césped, a diferencia de las botas de tacos tradicionales».

Los médicos coinciden. Los expertos en medicina deportiva afirman que jugar al fútbol en un campo de césped artificial en mal estado puede multiplicar por cinco el riesgo de lesiones en el ligamento cruzado de la rodilla por lo que recomiendan usar las botas de multitacos a pesar de que puedan resbalar más.

Aun así, los futbolistas prefieren jugar con botas de taco tradicional porque les aportan mayor estabilidad. Esta estabilidad es mayor sobre césped natural que además es menos agresivo que el artificial.

En lo que se mejoran las condiciones del césped artificial de los nexos, los entrenadores rivales del Promesas seguirán quejándose por el estado del terreno sobre el que deben jugar sus futbolistas.

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