San Mamés es un estadio casi inexpugnable

Desde que el bilbaíno recalara en el vestuario, entre las jornadas 14ª y 15ª de la pasada temporada a comienzos de diciembre de 2018 tras la destitución de Eduardo Berizzo, los leones solo han caído en dos ocasiones cuando ejercían de locales: una de ellas ante el Sevilla en la Copa del Rey en enero (1-3) y la otra hace tres semanas ante el Valencia post-Marcelino García (0-1).

Así, en la competición doméstica, el Athletic Club estuvo a punto de completar un año inmaculado cuando partía del vestuario del anfitrión, ya que logró mantenerse sin derrotas en terreno conocido desde el 5 de octubre de 2018 hasta el 28 de septiembre de 2019, encadenando diecisiete partidos consecutivos sin dejar escapar los tres puntos ligueros de San Mamés (quince a las órdenes de Garitano y dos más bajo la batuta del argentino Berizzo).

Esas dos manchas en la trayectoria del último año del conjunto vasco (la derrota por 1-3 en la Copa ante el Sevilla terminó apeándole de la competición) no ocultan que su solidez cuando juegan en su estadio es extraordinaria. Tanto, que le permitió el curso pasado retener 35 de los 57 puntos que se pusieron en liza en San Mamés y que esta temporada le ha valido para vencer sin encajar goles en sus primeros tres encuentros de local ante FC Barcelona (1-0), Real Sociedad (2-0) y Alavés (2-0).

La sombra cae sobre los leones cuando deben ganar sus partidos, algo que no consiguieron el año pasado en el 52,6% de los choques en los que hicieron de anfitriones pese a que solo perdieron dos veces. Casi la mitad de los equipos que visitaron Bilbao, ocho, salieron de allí con al menos un empate, entre ellos el Real Valladolid gracias a un gol de Óscar Plano en el descuento.

Ese fue su gran debe el año pasado y lo que les impidió terminar alcanzando posiciones de competición europea para completar una gigantesca remontada tras el cambio de entrenador que les llevó de estar en descenso en la jornada 17ª a terminar en octavo puesto al final del curso. Además de los pucelanos, Huesca, Real Madrid, Valencia, Getafe, Barça, Espanyol y Alavés rescataron un empate de San Mamés, y solo en el partido ante los oscenses (2-2), el Athletic fue capaz de empatar a más de un tanto.

Su optimización de los goles a favor, siendo el conjunto menos anotador de los diez primeros clasificados, fue también una constante en el apartado de las victorias ya que, de las nueve que consiguieron en la Catedral, solo tres no fueron por la mínima (2-0 ante Sevilla y Atlético de Madrid y 3-1 frente al Celta de Vigo).

En la previa del derbi vasco que se disputó en la segunda jornada del campeonato en San Mamés, Gaizka Garitano dejó claras las sensaciones del equipo cuando juega ante su afición: «nos sentimos fuertes; aquí llevamos meses pasando por encima de los rivales», aseguraba el técnico, que afirmó que la clave estaba en que como locales son capaces de «permitir poco y generar mucho», en referencia a las ocasiones de gol que pueden verse en los choques que se disputan en la ciudad del Guggenheim.

Los números le dan la razón al técnico ya que en los cuatro partidos que se han disputado en San Mamés esta temporada los suyos han disparado una media de cuatro veces entre los tres palos, mientras que sus rivales lo han hecho 2,75 cada noventa minutos. Los Unai Núñez, Yeray o Yuri Berchiche minimizaron el ataque de FC Barcelona (2 tiros a portería), Real Sociedad (2) y Alavés (1), pero no supieron frenar al Valencia, que probó suerte en seis ocasiones para terminar llevándose el partido por un 1-0.

En la portería contraria sucede lo mismo, el Athletic ha anotado hasta ahora siete goles y cinco los ha logrado ante su afición. Todo ello pese a que llevar la iniciativa no es lo que más le preocupe. En la victoria ante los culés solo disfrutó del 28% de la posesión de la pelota y ante la Real Sociedad del 39%; por contra, los minutos con el esférico entre los pies se le atragantaron ante los chés, que les derrotaron con un gol de Cheryshev en la primera parte después de que Unai Simón realizara hasta cinco paradas pese a que su equipo tuvo el balón el 51% del choque.