Solo afición, entrenador y los que quieran seguir

Es obvio que todo lo que rodea al club cotiza a la baja; desde la ausencia de su presidente hasta la de aquellos jugadores que, huyendo de la quema y en busca de El Dorado futbolístico, han abandonado un club –el nuestro– que antes abandonó el más elemental detalle de gestión poniéndoles alfombra persa en su huida.

Como socio, hoy ya abonado, de 58 años de antigüedad, número 73 por mas señas, he visto muchas cosas; como muchos de ustedes. Pero no recuerdo una situación como esta en lo que a dejación de funciones se refiere por parte de los más significados; algo de lo que tendremos que hablar en breve y en profundidad.

Del mismo modo que no recuerdo una masa social tan numerosa, joven en su promedio, comprometida y fiel como esta de la que disfrutamos. Y mira que hace años, desde el viejo Zorrilla hasta el remozado actual, que llevo contemplando el fútbol del Pucela.

Tan cierto como la perversa situación deportiva e institucional actual, es el compromiso de aquellos jugadores que optan por no tirarse del barco y, uniéndose a un entrenador hasta hoy comprometido igualmente, deciden seguir luchando en defensa de su dignidad y la del escudo de su camiseta; algo que cambia radicalmente la perspectiva más inmediata.

Del partido frente al Real Madrid lo único reseñable es la puesta en escena que Diego Cocca, de forma inteligente a la vista de lo que tiene a mano, pone en el verde de Zorrilla para competir dignamente.

Algo que consigue durante la primera media hora, y que desde el minuto uno anima a los aficionados, con dos llegadas fulgurantes al área de Courtois.

Después, un error defensivo puntual pone el marcador en contra y manda al vestuario a descansar al equipo.

Algo que no vino a arreglar el desajuste de Sylla como extremo hundido en la izquierda, Anuar lejos de la banda donde hasta ahora se venía situando y Sánchez lejos del centro del terreno donde hasta ahora Cocca, con gran acierto, le ha situado.

Posiblemente, el entrenador ya sabía que Kike jugaba sus últimos minutos como blanquivioleta, pero lo cierto que hubiese sido muy necesario verle desde el inicio.

La plantilla roza mínimos históricos y escandolosos en lo que a fichas profesionales y su gestión se refiere.

Es decir que ¡ninguno! de los futbolistas que han abandonado el club lo han hecho para dejar un dinero pactado en contrato; ¡ojo! salvo Juma Bah que se ha ido por lo pactado como ¡juvenil! Una broma macabra.

Ahora mismo no creo que nadie sepa a ciencia cierta que jugadores van a estar a las órdenes de Diego Cocca para elaborar la próxima convocatoria.

Así pues amigos, esto es lo que hay a nivel futbolístico, Secretaría Técnica mediante, y con lo que debemos contar. Eso, y que el entrenador siga.