La ilusión llega desde la defensa al Real Valladolid

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Pezzolano probó una pareja de centrales inédita, con sello 'made in Anexos', y confió de nuevo en Torres, en un momento en el que el canterano puede dar un paso adelante tras el regreso de Tárrega al Valencia y los cantos de sirena que hay sobre Boyomo. El número '3' blanquivioleta anotó su primer gol con el primer equipo en el minuto 9.

Desde que dio el «salto grande» al vestuario blanquivioleta, el zaguero internacional con la sub-21 nota cómo cada partido que juega supone «un máster avanzado de aprendizaje». Y así lo ha ido demostrando durante su carrera profesional, pues tanto el anterior entrenador que le ascendió, Pacheta, como el actual técnico, Paulo Pezzolano, confiaron en la trayectoria ascendente del canterano.

Además de la progresión y sus logros con el club, el pucelano ya sabe lo que es defender los colores de la Rojita, en la cual ya ha estado convocado. El pasado año, en octubre, recibió la llamada de Santi Denia para el choque ante Uzbekistán.

Algo en común tiene con David el jugador del Promesas Iago Parente. El también defensa central anotó el segundo tanto del Valladolid en el partido (minuto 38), gracias a la asistencia de su compañero goleador, en su debut con el primer equipo. El gallego de 17 años lleva apenas dos temporadas en el Real Valladolid Promesas, pero no le ha hecho falta experiencia para demostrar de lo que es capaz, y fue una de las notas destacadas del encuentro ante el equipo francés.

El exjugador del Juventud Rondilla llegó a la cantera del conjunto pucelano en su primer curso alevín. Desde entonces, no ha hecho más que crecer. Creció como capitán, y todo el mundo le ve como «un líder que transmite seguridad a sus compañeros», como demostró en el partido de anoche.

Si los dos zagueros fueron la cara del encuentro, la cruz la puso Amath, a quien la parroquia local y el cuerpo técnico espera con ganas tras su puesta en escena de la pasada campaña antes de su lesión. El extremo volvió a poinerse la camiseta para salir en el minuto 63 de partido y no duró ni veinte minutos, al ver la tarjeta roja por un calentón con un jugador francés. «Es un partido de entrenamiento, pero este tipo de errores no se pueden cometer», le reprendió el propio Pezzolano nada más salir y luego delante de los medios de comunicación.