Hervías vuelve a ser el mejor y más ambicioso del Real Valladolid

Partido de ida y vuelta, tal y como anunció Sergio González en la previa, en el que el Valladolid pudo perder (primera parte) y ganar (segunda), y que sin embargo empató cuando más cerca tenía la victoria debido al error desde el punto de penalti de Ünal.

Aunque tuvo mérito la parada de Aitor, el fallo penaliza la buena segunda parte del turco, al que se le negó el gol en varias ocasiones antes de esa pena máxima. Al igual que sucediera en Sevilla, Pablo Hervías volvió a ser el jugador más incisivo seguido muy de cerca por Nacho, que poco a poco va recuperando las mejores sensaciones en el campo y también su mejor versión. Ante el Levante fue de menos a más y acabó pisando área y disponiendo de alguna ocasión de gol.

Un dolor de cabeza para el Levante. Se vació y de él nacieron las ocasiones mejores en banda derecha.

Tuvo que intervenir dos veces, pero la que le paró a Campaña vale por todo el partido.

Menos ofensivo que otras veces, cerró su banda magníficamente.

Fallón en el pase y seguro por arriba. El Olivas de siempre.

El comentario de Olivas vale para el ghanés. Si no hace lo que no sabe, es muy fiable.

Se fue creciendo con el paso de los minutos hasta tomar el relevo a Hervías en la profundidad. Llegó, centró y disparó a puerta.

Trabajó como el que más pese a la falta de acierto. Llegó a posiciones de disparo con asiduidad.

Intermitente. Nota demasiado cuando no tiene a nadie que le ayude a sacar el balón.

Lo intentó todo, pero le tienen cogido el truco. Le toca trabajar otro tipo de regate. El desequilibrio con la banda derecha lo igualó Nacho, no él.

Perdido en la primera parte, mejoró cuando se puso en la derecha, que es donde le gusta. Poco participativo.

Fallón, fallón, fallón. No tuvo su día a pesar de que mejoró mucho tras el descanso y lo remató con el penalti. Una jornada para olvidar.

Cada vez demuestra más que la banda no es su sitio. Inquietó cerca del área pero tuvo pocas opciones.

Salió para cementar el centro del campo. Lo hizo y dio oxigeno cuando hacía más falta.

Buen partido del delantero, que recuperó sensaciones. Vivo, rápido y con intuición.

El planteamiento inicial no salió como él quería. Óscar Plano de segundo delantero no funcionó, y encuanto volvió al 4-4-2 clásico con Guardiola y Ünal, el equipo reaccionó. Supo rectificar el error inicial y mejoró al equipo con los cambios.